𝗝𝗔𝗘𝗛𝗔𝗘𝗥𝗔 𝗧𝗔𝗥𝗚𝗔𝗥𝗬𝗘𝗡 veía como el cuerpo de su prima Laena Velaryon había sido lanzado al Escaño del Mar.
Ella nunca pensó venir por primera vez a Dritfmark de esta manera.
Las palabras de Vaemond Velaryon llegaban a tu corazón.
Alicent abrazaba a su hija por los hombros como acto de protección. Mientras que sus hermanos y su padre estaban a los costados.
La mirada de perdición de las hijas gemelas de Laena llegaban a tu corazón. Esas niñas habían perdido a su madre, ¿hay más sufrimientos a parte que ese?
La mirada de la niña se encuentra con la mirada de su tío Daemon. Las miradas fueron sin gesto alguno, Daemon fue el primero en apartar la mirada, no soporto los ojos penetrantes de la princesa.
La chica solo hace un gesto de confusión por ese acto.
El ambiente se había vuelto tenso entre Daemon y los presentes por reírse en el funeral de su esposa. Fue un gesto grosero de su parte.
La chica alza su mirada para encontrase con los dragones volando por encima de todos.
Algún día tendrá uno.
Eso se los asegura.
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La niña comía un pastelito que se había robado de la cocina antes de venir a Dritfmark. Ella se lo comía despacio para que su madre no lo notara.
Aemond le robaba cada trozo de ese pastelito sin que ella lo supiera.
Los gemelos estaban aburridos de escuchar las quejas de Aegon.
- No tenemos nada en común - Habla Aegon mirando a Helaena quien estaba jugando y hablando cosas raras con una araña.
La pequeña nunca la ha entendido, por eso no le toma importancia.
- Es nuestra hermana - Habla Aemond defendiendola.
