Comienzo

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La tenue luz de la luna rodea la finca Kamisato; hay guardias del shogunato en la entrada de la Comisión donde se está llevando a cabo una importante reunión. En su interior, lámparas de papel adornan la mesa larga rectangular, a un lado los líderes de las dos comisiones -Tenryo y Kanjou-, se posicionan erguidos en sus silla mostrando toda la compostura que como gente importante deben poseer; a sus lados llevan a sus escoltas, sus manos derechas. Kujou Sara acompañando a Kujou Takayuki, y Hiigari Shinsuke acompañando a su hija Hiigari Chisato.

—Y entonces, ¿a qué se debe esta repentina convocatoria? — cuestiona Takayuki —Debo recordarles que mantener el orden en Inazuma no deja mucho tiempo que pueda desperdiciar en cosas improductivas.

Del otro lado de la mesa se encuentra la cabeza del clan Kamisato, representante de la Comisión Yashiro, Kamisato Ayato junto con un sirviente armado —miembro de los shuumatsuban—, el puesto vacío a su lado derecho debería ser ocupado por un representante del Gran Santuario Narukami, sin embargo no se ve a nadie en su lugar. El puesto principal reservado para ser ocupado por la Todopoderosa de Narukami, la Shogun, también yace vacío.

Takayuki, el más osado de la reunión mira sin reparo a los puestos vacíos con una mirada crítica, para luego usar un tono burlón en sus siguientes palabras:

—Parece que nuestra Todopoderosa Shogun y el Santuario están de acuerdo con mis palabras, ja.

—Tal vez podamos esperar un poco hasta que todos los invitados hayan llegado —aconseja Ayato—, no hará daño a nadie un par de minutos más, ¿no cree, señor Kujou?

Takayuki parece molesto ante las palabras del comisionado Kamisato, y le dedica una mirada de odio disimulado frunciendo sus cejas y actuando de forma engreída.

—Alguien tan joven y desocupado como usted quizá no sea capaz de comprender el valor del tiempo para nosotros...las comisiones más importantes. —responde el comisionado Tenryou con soberbia.

—Oh, vamos, viejo Kujou —Interviene el acompañante de la cabeza del clan Hiiragi, él parece incluso más relajado que el comisionado Kamisato—, no te compliques por una mera formalidad, ¿estamos muy ancianos para eso no lo crees? Sería mejor si esperamos un poco más.

—Veo que el Clan Hiiragi tiene un gran pensador, pero me pregunto por qué usted, señor Kujou, está tan apresurado con asuntos oficiales que atender a estas horas de la noche...

Tsk, maldito mocoso. —resopla por lo bajo, para que apenas sea audible.

Kujou Sara, la acompañante de Takayuki hace una mera seña para agarrar el arma en su cintura, una katana afilada. El acompañante de Ayato también se pone en modo defensivo.

—Bueno, bueno, creo que ha sido suficiente teatro por esta noche, señores.

Todos voltean a ver a la puerta donde se encuentra la Suma Sacerdotisa Divina del Santuario Narukami, Yae Miko. Tan radiante como siempre, se encuentra acompañada por tres miembros del clero; un onmyouji bastante mayor vestido con un traje ceremonial de tonos blancos, beiges y un velo largo, un buen conjunto de ropa tradicional; una miko con su típica vestimenta blanca roja, colores del santuario; y un casi imperceptible joven con un kimono blanco del cual se puede ver como sobresalen en la parte de los cortes, una sutil tela de color rojo intenso, éste lleva una máscara kitsune junto a un velo de color blanco que tapa la parte superior de su cabeza al igual que el otro clerigo. Al parecer, escolta al resto de "invitados", ya que se queda atrás cuando Yae comienza a avanzar.

Los comisionados se ponen de pie y hacen una solemne reverencia a lady Yae.

—Estuvimos esperando su llegada, Lady Guuiji —la joven Chisato es la primera en darle la bienvenida—, pero puedo tomarme el atrevimiento de preguntar, ¿su excelencia vendrá un poco más tarde?

The Tales of Kitain [ Tomokazu / Tomo×Kazuha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora