IV

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El sujeto reacciona de forma positiva ante los cumplidos y halagos, no parece ser que las demostraciones de amor sean un desencadenante, debería estudiar las reacciones de los demás Alters.

Minho cerró el cuaderno, y lo guardó en su cajonera.

Su trabajo estaba avanzando bastante bien, tenía ya unas cuantas páginas de anotaciones.

Llevaba un mes viviendo con Lee menor, y tenían muy buena convivencia, ni Félix ni ninguno de sus Alters comían su comida, no lo molestaba cuando tenía que estudiar, no era ruidoso, y se iban a dormir y despertaban a horarios muy similares, así que no era molestado por luces encendidas o ruidos en la cocina.

Félix era un compañero de cuarto ideal, y Minho no podía entender por qué todos huían de él.

— Hyung, le llegó un paquete— le dijo Félix, cuando volvió de sus clases una tarde.— Está sobre tu cama.

Le agradeció y fue a ver, aunque ya sabía lo que era.

El Señor Choi le había recomendado comprar aquel juguete, esperaba que fuera un desencadenante, y de alguna forma "despertara" a la personalidad que no había conocido aún, a Bokkie, el que Félix dijo que era un niño pequeño.

Y qué mejor para un niño pequeño que un lindo juguete de peluche.

Sonrió al ver el conejo rosa de peluche, tenía orejas largas y ojos muy grandes y exagerados, llenos de brillos y del color del arcoiris.

— ¡Felixie! — salió del cuarto hacia la cocina-comedor, donde el rubio estaba trabajando en su computadora.— Mira, es un regalo para ti.

— Minho, no deberías- — su voz se apagó cuando vio el juguete, se quedó boquiabierto unos segundos, luego rió de forma pequeña y adorable, una gran sonrisa ocupó su rostro.— Es muy lindo — dijo, su voz infantil era muy hermosa.

Minho se lo dió y el rubio se levantó para tomarlo, abrazó al peluche, olió su aroma a nuevo y luego volvió a mirarlo, tenía una sonrisa muy inocente y tierna.

— ¡Gracias! — dijo, y prácticamente se arrojó sobre él para abrazarlo con fuerza, cosa que sorprendió un poco a Minho.

Félix era algo tímido para el contacto físico, se notaba que aquel otro no tenía vergüenza de abrazarlo.

— De nada, ¿Bokkie?

— Soy Bokkie, sí, ¿Tú eres el novio de Félix?

— ¿Qué? — Minho se ruborizó de forma furiosa y rió, algo incómodo.

— Sé que a Félix le gusta alguien — dijo, giraba levemente sobre sus pies al igual que un niño inquieto —. Y eres el único que está con él.

— Oh, no. Vivimos juntos pero no soy yo, Felixie se junta con otras personas, con sus amigos.

El menor sonrió tan ampliamente que sus ojitos se cerraron bastante, sus mejillas resaltaron en el más sutil rojo.

— Nadie le dice Felixie — murmuró, en una voz alegre—. Y Félix no tiene amigos, no se junta con nadie, tú eres el único.

Minho estaba algo ofendido, porque Félix solía hablar de un par de amigos que tenía entre sus clases de fotografía.

No tenía ninguna razón para sentirse de ese modo, pero de alguna manera no podía evitarlo.

Quizás le decía que tenía más amigos sólo para no dar lástima.

— Yo soy amigo de Félix, él si tiene amigos — dijo, luego de un momento en silencio, en donde Bokkie se encargaba de ver a su conejito y sonreír.

ଘ ᵀʰᵉ ᴬˡᵗᵉʳˢ ଓ - ᴍɪɴʟɪx      [𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora