Capítulo 4

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Cada año era lo mismo.

Un mes de ensayos donde Angel técnicamente podía descansar del estudio y las calles porque Valentino lo alquilaba a Vox para la gran evento. Un shows en vivo, con presentaciones y premios en diferentes categorías para celebrar por lo alto el Día de la TV. El Overlord había oído que en el mundo de los vivos se celebraba algo así y a pesar de ser un día educativo sobre paz, seguridad y el desarrollo, Vox había decidido hacer algo para que cada demonio y pecador pudiesen ver la grandeza de su imperio.

Ese año tenía una gran diferencia.

A través de su amistad con beneficios, participar en todo ese evento se sentía más emocionante y especial. Angel sabía que no debía ilusionarse, porque, como debía recordarlo, era algo que ocurría cada año. Vox siempre lo usaba como una de sus estrellas principales. Después de todo, Angel Dust era una celebridad Tipo A, a la altura de cantantes como Verosika y actores de cine. Pero, aun así, una parte de su cerebro no podía dejar de pensar que Vox lo estaba poniendo como parte del evento principal porque...

Bueno, tal vez porque eran amigos y tenían increíble sexo.

Tal vez porque el terrible enamoramiento que sufría Angel lo hacía ver todo color de rosa.

No importaba.

Muy poca gente se tomaba el tiempo de hacer sentir a Angel especial. Toda la fama e importancia que podría tener Angel como una celebridad, Valentino lo había destruido a beneficio de mantenerlo en el lodo, humillado y sucio. De hecho, la única razón por la cual Valentino alquilaba a Angel por un mes para ser parte de lo que sea que quisiera crear Vox era porque eso daba publicidad al estudio y los clubs.

Así que especial o no, Angel debía hacer un excelente trabajo para el numerito que tenía planeado Vox para el Día de la TV. Aunque en el Infierno eso era conocido como la «Ceremonia de los Premios Vox» y cualquier celebridad tenía la oportunidad de ganar algún reconocimiento en múltiples categorías. Sin ir más lejos, Angel había ganado por años en la categoría de Industria del Sexo y algunos premios menores dentro de Sinstagram.

Ese año la temática era circense y teatral, la favorita del Rey Lucifer. El número principal incluía múltiples actos ocurriendo al mismo tiempo y con música en vivo. Vox había planeado algo tan intenso, celebrando las décadas de entrenamiento, que cada vez que Angel le preguntaba qué estaba planeando, Vox solo le decía que sería inolvidable.

Todo el evento requería de Angel mucha más entrega a sus habilidades artísticas. Lo cual era bastante agradable dado que la parte favorita de su trabajo era estar en un escenario, admirado y deseado por todos.

La parte que odiaba era tener que compartir y competir con las otras divas del escenario, pecadores que habían vendido sus almas a Vox por un poco de fama. Nunca estaban satisfechos, y parecían necesitar constante validación por parte del Overlord. No solo era fastidioso tener que escucharlos creerse los favoritos de Vox, sino oír toda la cantidad de mentiras que salía de sus bocas constantemente, mientras Angel fingía que realmente no le importaba. No estaba celoso. Por supuesto que no. Si ellos hubiesen puesto un dedo encima de Vox, Valentino ya los hubiese matado. El muy hipócrita, controlador y abusivo.

— Oh, pero debemos admitir que su favorita es Verosika Mayday. —Uno de los pecadores dijo.

— Bueno, es una súcubo, esas siempre vienen y van ¿Pero nosotros? Oh, somos eternos.

Angel apretó sus dientes. Ellos estaban mintiendo. Por supuesto. Pero era sucio que mencionaran a uno de los dos demonios que eran verdadera competencia para él.

En un movimiento bastante caprichoso él se soltó de su arsenal. Angel descendió por la tela de su danza aérea, antes de tener que seguir escuchando a los otros artistas decir cuántas veces habían tenido sexo con Vox en la oficina del Overlord.

Let me give you freedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora