Ruemma Targaryen una de las princesas más amadas de todo Westeros, decidida y amable pero también ruda y para nada dejando que nadie le tome ni un pelo decide entrar en todo esto, en la danza de los dragones
El cielo siendo acto de tal traicion y sufrimiento se comenzó a nublar rápidamente con nubes grandes y oscuras, siendo presente de la gran tristeza y matanza hacia el Team Black, quien perdía a gran parte de aliados de otras casas y jinetes junto a sus dragones. Personas que nunca volverían a ver a sus familias ni sonreír nunca más.
Antes de que el filo de la gran espada de Criston chocará con el cuello de Ruemma rápidamente Mattson con su espada lo detuvo sin esperar un solo segundo.
__No dejaré que toques nuevamente a mí mujer Criston __sentencio enojado blandiendo su espada, odiandolo cada vez mas__ antes muerto que ver que le toques un solo pelo __fue el primero en atacar, la ira cegaba por completo sus movimientos y pensamientos.
Así los dos caballeros más fuertes de cada team comenzaron a luchar a muerte, Mattson definitivamente estaba enojado, nada ni nadie debería golpear a una mujer, en especial si era la persona que más amaba.
__¿Nadie te enseño modales Criston?__ hablo enojado mientras atacaba con una espada en cada mano.
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__¿Hablas de modales? Lobo__sonrio el guardia real de Alicent orgullosamente para después seguir atacando sin piedad alguna.
Era una lucha de par en par, protectores de las reinas luchando hasta la muerte.
Ruemma como pudo, adolorida comenzó a caminar hasta su dragón, apenas podía ver, el golpe en la cabeza hacía que su visión fallara viendo cada vez más borroso, su cuerpo temblaba por los ruidos de su alrededor.
Era empujada de un lado a otro por los hombres que luchaban, un caballero de Alicent la vio desprotegida así que por la espalda decidió atacarla rápidamente con su espada para acabar con una de las reinas.
Pero Daemon rápidamente desde atrás le cortó el cuello sin problema para después sujetar a su querida sobrina y alzarla entre sus brazos acogedores para llevarla hasta su dragón.
Se sorprendió al ver qué en ella tenía dos flechas incrustadas, no iba a sobrevivir, pensó, se sintió tan terrible verla en ese estado llenándose de más odio hacia los Hightower, Como pudo subió a su sobrina al dragón Azul acomodándola rápidamente.
__Debes irte Ruemma__ Daemon abrochó su cinturón para que no cayera en el vuelo.
__No puedo dejarlos__ hablo adolorida Ruemma escupiendo aún más sangre, observando con lágrimas como su gente moría cada segundo __No puedo abandonar a mí gente __nego decidida para querer seguir luchando hasta la muerte.
__en ese estado solo estorbas Ruemma__ contradijo sinceramente Daemon tratando de que por primera vez su sobrina le hiciera caso__ Márchate __ordeno seriamente, estaba preocupado realmente por ella pero no lo diría, no dejaría que nadie lo vea tan débil.
Ruemma sin protestar con dolor en su corazón aceptó sin opciones para decidir irse rápidamente junto a su dragón, pero no sin antes buscar con la mirada al Lord de la casa Arryn, quien seguía oculto en una esquina mientras seguía lanzando flechas a cualquiera, cuando lo encontro toda la furia volvió hacia ella, jamás le iba a perdonar tal acto de traición, no iba a perdonar que por su culpa su familia estaban muriendo, rápidamente fue hasta el.
