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Jaemin estaba por la mitad del dibujo de un precioso narciso, sentado sobre las gradas de la cancha de baloncesto mientras oía a Haechan gritar a su lado.

—¡Eso es, Mark! ¡Como una fiera!

El novio de su mejor amigo estaba en un partido con el equipo visitante perteneciente a otra institución, y rió ante las ocurrencias que el pelirrojo exclamaba. Él nunca se vio interesado en los deportes, y, además, podía garantizar que el equipo de Mark ganaría. El susodicho se lo había asegurado y por supuesto que no podía ser de otra manera.

Tomó la delgada cartuchera que reposaba en su costado, sacando el lápiz amarillo para comenzar a colorear el centro de la gran flor. Tenía al arte como un pasatiempo, y disponía de un montón de dibujos que él mismo había hecho.

Haechan gritó unas cuantas alabanzas hacia su novio, y supo entonces que habían ganado. Las pocas personas a su alrededor empezaron a retirarse de forma gradual de la cancha, hasta que pronto sólo quedaron ellos dos y un sudado Mark que se aproximó trotando hacia ambos.

Jaemin apenas levantó la mirada, viéndolos a ambos comportándose como dos adolescentes cursis y enamorados, y se giró levemente para ver si había alguien más allí con ellos.

En efecto, todo el mundo se había retirado, pero unos asientos más atrás, reposaba una caja rosada que llamó la atención de Jaemin. Se incorporó de su lugar para llegar hasta ella, creyendo que alguien pudo haberla olvidado, para llevarla con el rector y que fuera devuelta a su dueño.

Entonces, leyó la pequeña nota rosada que reposaba sobre ella y que muy bien conocía.

Estaba viéndote mientras dibujabas, y aunque quise acercarme a ti para darte mi regalo, no tuve el suficiente valor para hacerlo. Espero que puedas ver la caja antes de irte de las gradas, y que, además, te guste el chocolate.

Tus dibujos son muy bonitos, pero no tanto como tú.

Y el peli rosa sintió su corazón derretirse cuando abrió la elegante caja de madera fina, encontrándose con una docena de bombones de chocolate decorados con glasé color rosa.






Dios, yo también soy tú guerrera ¿Cuándo tendré mi love era?

Quiero estar en una relación, pero después me doy cuenta que amo mi vida de soltera y se me pasa.

¡BONITO! | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora