021

1.5K 194 20
                                    


—¿Jaemin?

El peli rosa se dio la media vuelta cuando escuchó su nombre ser pronunciado por la característica voz ronca de Mark. El chico venía subiendo los peldaños de la entrada del colegio, con una pequeña sonrisa en su rostro pálido.

Él solo lo observo inexpresivo. No había tenido ganas de ir a la institución luego de que Haechan le hubiese dicho la verdad sobre las notas. Su pecho dolía de sólo recordarlo, y mucho más al caer en cuenta de que, si no se tratara de cierto chico pelinegro, quizás no le importaría tanto.

Pero ahí estaba, siendo probablemente, la burla del equipo de natación.

—¿Necesitas algo? — cuestiono con el tono apagado. Pudo ver el ceño de Mark fruncirse ligeramente antes de volver a su estado relajado.

—Tengo algo para ti. — se quitó la mochila del hombro, para abrir con agilidad el bolsillo delantero y rebuscar con ahínco. Jaemin apretó la mandíbula cuando el chico sacó un conjunto de aquellos cuadritos rosados que tanto habían jugado con él en aquel último tiempo — Esto va de parte de quien...—

—No lo quiero.

El pelinegro se paralizo en su lugar, con una expresión sorprendida.

—¿Qué?

—Dije que no lo quiero. Quédatelos, ya no me interesa leerlos. — y se volteó, para retomar su camino hacia su casillero en busca de sus cuadernos de filosofía. Sin embargo, Mark lo detuvo, tomándolo del antebrazo con velocidad.

—Jaemin espera.

—Déjame. — sacudió su brazo, soltándose de su agarre. De pronto quería echarse a llorar — No te me acerques, ya no vuelvas a hablarme.

—No entiendo de qué estás hablando.

—Jeno me enviaba las cartas ¿No? — deseó comenzar a reír cuando el chico lo observó perplejo, quizás sorprendido por haber sido descubierto tan fácilmente — Tú lo ayudaste a burlarse de mí. Seguramente fue una venganza por lo de Donghyuck, ¿Cierto?

—Enloqueciste. — fue lo que el chico le respondió, dejando su mochila sobre el suelo — No sé a lo que te refieres.

—¿Fue Jeno sí o no?

Mark suspiró resignado.

—De acuerdo, sí fue él. — su garganta se apretó en un nudo — Pero no sé de qué estupideces hablas cuando dices que lo ayudé a burlarse de ti. Le gustas de verdad. ¿Por qué de repente crees otra cosa?

—Mentira. Quieren reírse a costa mía, es obvio, ¿no? ¿Por qué yo le gustaría a Jeno? — chasqueó la lengua, percatándose de la hora. Pocos estudiantes quedaban en ese lugar y ya debían haber entrado a sus clases — Me voy.

Pero nuevamente fue detenido. Observo a Mark con molestia, sorprendiéndose cuando visualizo su ceño fruncido y la fina línea que formaban sus labios. El contrario también estaba enojándose.

—Dime, ¿Fue Donghyuck? Él te dijo esas idioteces que tú como un imbécil creíste ¿Estoy equivocado?

Jaemin se petrificó en su sitio, desviando inconscientemente su atención hacia el conjunto de notitas que, sin querer, Mark estaba arrugando al contener su enojo.

—Yo no...—

—Claro. Preferiste creerle a un tipo que te mintió sobre las notas y durante toda su vida tratándote como su mejor amigo cuando en realidad estaba enamorado de ti. Esa es una lógica tan inteligente. Bien, Jaemin.

Y se inclinó para tomar su mochila, regresando las notas al bolsillo de donde las había sacado.

—Mark.

—Tengo clases. Ahora espera que se me vaya el enojo para hablarme, y cuando eso pase, espero que tú hayas pensado mejor las cosas.

Y se fue allí, dejándolo sólo y con un sabor amargo dentro de su boca.




¡Hola cubitos! ¿Cómo están? ¿De dónde son? Yo soy de Colombia.

¡BONITO! | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora