1 - Esa luz

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No podía ver nada más que oscuridad

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No podía ver nada más que oscuridad... a penas llegaba a divisar la celda en donde esta. Paso exactamente un mes desde esa invasión en la Sociedad de almas. Fue repentino cuando una luz apareció en el cielo y todos cayeron en completa oscuridad, horas después despertó ahí encerrado.
Obtuvo información gracias a un extraño animal que podía hablar, le entregó un poco de su sangre a cambio de información. Sus poderes fueron robados y todos los shinigamis terminaron esclavizados, o eso fue lo que ese animal dijo.

Un demonio siempre venia a traer comida y nadie vigilaba el lugar, como si supieran que él no podría lograr nada.

Tomo un trozo de pan mientras seguía recordando más de la información... los capitanes se convirtieron en "Juguetes" de ciertos demonios, solo para diversión, sirvientes mejor dicho. No ha visto a uno de sus aliados hace días, solo sabe que son Juguetes. Sobre los tenientes y demás shinigamis de bajo rango no sabe mucho, escucho algo de "Mascotas", cosa que no llego a comprender.

Su mirada se clavó en aquel animal con aspecto de lagartija, entrado fácilmente entre esas rejas. No andaba con ganas de entregarle sangre para más información, al menos por el momento.

— Si buscas sangre déjame decirte que...

— Oh, no, no... —Interrumpio con una sonrisa ladina—. Vengo a decirte que te prepares para salir, ya tienes un amo. Lastima, quería más sangre~

— Espera, ¿Qué? ¡Yo no seré Esclavo de nadie! —Se puso de pie, frunciendo el ceño.

— No tienes opción, chico. Solo déjame advertirte que los demonios no son de lo más amables, y recuerda, ya no tienes poderes así que podrías ser ejecutado fácilmente. —Explico sacando su lengua—. Aunque tu amo podría matarte si quisiera en cualquier momento, ¡Animate! Podrás ver el exterior después de días, y si tienes suerte comerás bien... espero. —Murmuro eso último con una gota en la sien.

— ¡No me importa! Escapare y salvare a mis amigos, los demonios pagarán por lo que nos hicieron.

— Oye no... ¡Oh, parece que ya vienen! Mejor me voy o podría pasarla mal si me atrapan. ¡Suerte, pequeño capitán!

Y así desapareció en la oscuridad como un fantasma, dejando solo al albino, preparándose para lo peor.

<Malditos...>

Debía guardar calma, primero debe encontrar a sus compañeros y observar mejor lo que anda sucediendo arriba.

Esas cadenas en sus brazos, se sentía un esclavo, siguiendo a esos guardias, lo tenían vigilado por sí llegase a hacer alguna locura (no es tan idiota para intentar irse sin mirar bien el lugar) aunque

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Esas cadenas en sus brazos, se sentía un esclavo, siguiendo a esos guardias, lo tenían vigilado por sí llegase a hacer alguna locura (no es tan idiota para intentar irse sin mirar bien el lugar) aunque... le parecía más extraño que en estos días nadie haya aparecido, como Kurosaki u el General (siendo el más fuerte). Los demonios se notaban tranquilos y confiados, muy adaptados, como si fuese su hogar.

Malditos invasores.

— Llegamos. —Hablo el demonio delante, impidiendo que este pueda ver quien estaba ahí—. Aquí tiene al Esclavo, Ryuko-Sama... haga el conjuro.

Y así se hizo a un lado, dejando ver una joven de su misma estatura (quizás unos pocos centímetros más alta, pero casi iguales) se veía inexpresiva y tranquila. Dio unos pasos y levanto su mano, de ahí se formo una especie de soga iluminada, eso fue hacia su cuello y desapareció al instante. Las cadenas que tenia en los brazos se rompieron y aquellos demonios hicieron una reverencia para luego retirarse como si nada.

Fijo su mirada a la joven, esta volteo para caminar, quedó confundido por unos segundos, todo paso tan rápido que intentaba procesarlo, ¿y ahora?...
Ella se detuvo para mirarlo de costado, en ese momento notó una línea en su cuello que fue abriéndose, vio unos dientes, ¿una boca en su cuello?, le resultó un poco repugnante.

— ¿¡Qué esperas!? ¡Ryuko, espera que la sigas! Debes darte un baño y vestirte adecuadamente, esclavo. —hablo aquella boca.

Apretó los puños ante esa última palabra, decidió seguirla, estando alerta, no debe de confiar en ningún demonio, ellos son el enemigo. Primero se vestirá con algo cómodo, admite lo incomodo que se siente usando una yukata maltratada.

 Primero se vestirá con algo cómodo, admite lo incomodo que se siente usando una yukata maltratada

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Historia random que se me ocurrió, espero les guste y no olviden comentar

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Esᴄʟᴀᴠᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏ [Hitsugaya Toshiro] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora