Capítulo 2: ¿Quiénes somos?

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Roman

Llegué a casa con una sonrisa en mi cara, ¿por qué? no lo sé, pero creo que es por esa chica con cabello de honguito.

—¿Será que tenga Instagram?— me pregunté en voz alta como todo un bobo.

Agarré mi celular y entré a mi perfil.

—Si ponemos "Azul Flores" en búsqueda ¿será que aparece?— cuestioné.

Tal vez estaba siendo un poco acosador, pero es que ella me llamó mucho la atención, pensé que era enojona, pero me dí cuenta que es todo lo contrario. 

Di click en "buscar" y para mi vaya sorpresa ahí estaba, su perfil, tenía tantas fotos, de tantos lugares, su feed era muy hermoso.

Encendí mi lado acosador y averigüé un par de cosas, como por ejemplo; tiene un conejo, le gusta leer bastante, su color favorito es el rosado, toma mucho en Starbucks, sabe tocar el piano y al parecer le gusta dibujar mucho.

—¿Será buena idea seguirla?— me pregunté.

No sé si sea buena idea, pero de todos modos la comencé a seguir, tal vez piense que si soy un acosador, pero ¿y si no la vuelvo a encontrar? aunque era algo muy estupido, era lógico que si me la volvería a encontrar, vivimos en el mismo vecindario ahora.

Ya era algo tarde, así que la mejor opción es descansar, mañana tengo práctica de karate y no es bueno desvelarme.

Azul

Abrí la puerta para entrar a mi nueva casa, y vaya la sorpresa que me llevé.

—¿Dónde estabas?— Mamá me preguntó al instante.

—Fui a conocer un poco el nuevo vecindario.

—Zu, a la próxima avísame ¿si?, es muy noche y nosotros aún no conocemos aquí como para dejarte salir.

—Está bien mamá, a la próxima te avisaré— contesté de forma fastidiosa.

Subí rápido a mi hermosa habitación. Por más que odiara mudarme, amaba remodelar mi habitación, siempre de una forma distinta a la anterior.

Mi nueva recamara era totalmente rosada, con luces blancas pegadas arriba de mi cama justamente en la pared, con posters de mis artistas favoritos, como; Melanie Martinez, Taylor Switf, Harry Styles o incluso Coldplay; mi cama con una sábana rosada y almohadas blancas de terciopelo, amaba totalmente mi nueva habitación, pero lo que más amaba era la ventana de esta misma, porque así podía ver el cielo y lo bonito de ello.

Me senté a mirar el cielo y de la nada una sonrisa embargó mi rostro y todo por pensar en el chico karateka. Tenía tanta intriga de saber más de él que decidí buscarlo en Instagram, coloqué su nombre "Roman Anderson" en el buscador y ahí estaba, su perfil con más de diez mil seguidores, era la persona con más seguidores con la que he hablado.

—¿Por qué tendrá tantos seguidores?— me cuestioné.

Parecía ser muy popular, tenía fotos de su perro, con su familia, de él en artes marciales y con sus amigos, uno que otro viaje, al parecer no tenía novia, eso es ficha verde para mi. Un chico muy deportista y sociable, todo lo contrario a mi.

Sinceramente me gustaría volver a encontrarlo y poder conocerlo mejor, eso creo.

Luego de tanto pensar en ese chico pelirrojo, porque si, es pelirrojo, decidí por fin dormirme, pero sin antes encender mi lámpara con las constelaciones y las diferentes figuras que forman las estrellas, como el arquero, la osa mayor, entre otros de ellos; porque no puedo dormir sin una luz, aparte de que esa lámpara fue el último regalo que recibí de mi abuela materna.

En cada estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora