Desahogo

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Estas semanas han sido terribles,  las ventas están bajísimas, los asesores no colaboran.

He regresado a trabajar a Directv, luego de estar fuera de la marca, por 3 años, con muchos cambios tanto crediticios cómo de costos mensuales.

Ahora es mucho más accesible que en mi época, con formas de pago más fáciles

Lo malo es que mi equipo aún no analiza cuál es su verdadero trabajo, ni concientiza que no deben exigir lo que ellos no dan.

Todo quieren, que los lleven a comer, obsequios, premios, pero no cumplen sus cuotas.

Se les pide más y se enojan. Luego la mala soy yo.

Aunque no lo crean estoy muy agradecida con mi jefe por la oportunidad y confianza brindada.

Suelo ser una mujer de fé, pero pensé que mi época laboral había terminado, más ahora siento que aún puedo seguir aportando.

Mis compañeros son jóvenes,  parecen mis hijos.

En la oficina de Guayaquil, habemos 5 supervisores, tres de Costa  y 2 de sierra.

Los grupos más grandes tienen 10 o 15 asesores.

El mío tan solo tiene 6 asesores, de los cuales tres son ambiciosos, el resto parece que viene a quemar el día.

El mes pasado fue fatal. Me gane una buena retada. En la curva de aprendizaje retrocedi en vez de avanzar.

La gente habla de la inflación, la violencia, la economía, etc.

Toda la vida ha habido esos problemas, e igual se ha vendido, y en estas épocas aún más, mucho más.

Pero lo que más me molesta es que por su mala actitud, las ventas les corren. Si así como lo leen... Si eres negativo y te la pasas quejándose todo te sale mal.

Cada martes debemos reunirnos con el equipo y hablar de las ventas, pero yo sigo la pauta aprendida y les colocó uno o dos videos de superación.

El vídeo que encontré este último martes, los retaba a mejorar, más debían olvidar las quejas, que según el autor eran las causantes de todos sus males, hoy después de un par de días notó que si funcionó. Han subido las ventas y el ambiente laboral es mejor.

Aunque ya sabemos que la vida no es perfecta, a veces debo retomar mi comportamiento de "máxima inquisidora" para que se ubiquen, más no se olviden quién manda.

Tengo 6 asesores distintos entre si, cómo ya les comenté, sin embargo, si me preguntan con quiénes me quedaría les diría sin lugar a dudas con 4 de ellos.

Son educados, nunca me llevan la contraria, peor contestarme. Ellos ya me conocen, me han visto en todas mis facetas, su respeto no ha cambiado.

Más los otros dos, son buenos asesores, pero una de ellos es  descuidada con sus clientes, comete errores garrafales, más nunca lo reconoce, ya he tenido quejas de sus clientes y algunos problemitas solucionables.

En cambio el otro tiene un falso sentido de honestidad, si yo lo dejara todas sus ventas fueran vetadas, ya les he explicado lo que es bueno y malo en este negocio.

Sin embargo, él insiste en ello. Se burla de todo, vive su libre albedrío al máximo, yo tampoco soy una santa, pero él es un pasado.

Es un hombre de 30 años sin hogar, sin carrera, que aún vive en la adolescencia con todo y sus borracheras.

No es malo al 100%, pero su mala actitud frente a sus jefes no le va a llevar a nada bueno.

Quiere un cargo... Pero a mí modo de ver le falta el principio fundamental, la humildad.

Para que las bendiciones de ese tipo lleguen deberá empezar desde abajo con trabajo duro, ser humilde, aceptar las críticas, cambiar ese temperamento necio y rebelde, para que lo que desea se ate aquí y en el cielo.

Lo he vivido por dos ocasiones, el camino es largo, más al final la recompensa lo vale con creces. Lastimosamente por su comportamiento sumado a su extraña forma de pensar deberá recorrer más camino que yo.









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