Capítulo 28

2.2K 337 65
                                    

—Se lo aseguro señor Sylvasta, Ama Betty es una maestra en hacer atuendos personalizados –le hablaba el empresario de bigote y barba guiándolo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Se lo aseguro señor Sylvasta, Ama Betty es una maestra en hacer atuendos personalizados –le hablaba el empresario de bigote y barba guiándolo.

—No veo mucho la necesidad de algo como esto –intentaba ser amable con el señor Uzui, un inversionista de su calibre en Japón era esencial...

—Aun es joven, no sabe mucho de la vida, ¡venga conmigo! Es un lujo digno de cualquier dueño de un conglomerado tener sus atuendos hechos a la medida –pero a veces ese viejo colmaba su tolerancia.

Se resignó a simplemente soltar un suspiro y seguirle, aquel edificio negro y de grandes pisos, aparte de ser parte de Industrias Macht, era hogar del taller de una de las mejores modistas conocidas. Amanda Beatriz, o bien conocida como Ama Betty, de origen español, era una modista recocida en la alta costura; sin embargo, tenía uno que otro cliente al que le hacía su guardarropa o el vestuario a la medida.

Llegando a uno de los penúltimos pisos de tan grande edificio, el rubio encontró que el taller de Ama Betty era capaz de abarcar todo el piso completo. Ciertamente impresionante por lo galante y minimalista del piso, el color oscuro y las luces amarillas abundaban, pero su contraste era exquisito.

—¡Señor Uzui!

—Ah, Ama Betty, te ves tan bella como la primavera donde te conocí –se acercó a ella para saludarla en un beso y un abrazo.

—Oh, basta Uzui me ruborizas –noto la presencia del oji-celeste–. ¿Y quién es este apuesto joven?

—Permíteme presentarte al joven Alan Sylvasta, primogénito del conglomerado Sylvasta.

—Es un placer –saludo estrechando manos.

—El placer es mío, no todos los días tengo a un probable cliente que podría ser uno de mis más guapos modelos.

—Quisiera que le confeccionaras unos trajes para él, si no es mucha molestia.

—Para nada cariño, por ti lo que sea –acepto la mujer mayor–. Síganme por aquí por favor.

Condujo a los dos varones por sus pasillos, donde Alan pudo apreciar varios atuendos muy versátiles, desde galantes vestidos dignos de la realeza, a piezas de moda futurista que juraría vio en alguna película.

—¿Qué tipo de vestuarios deseas para él Uzui?

—Empecemos con algo básico pero esencial. Tres trajes que pueda usar todos los días y combinar perfectamente, dos para el trabajo y uno sencillo para alguna reunión por si las dudas.

—¿Y tu querido?

—Solo dos, para unas galas que tengo próximas.

—Entonces esta decidido, ¡_______! –llamó a una chica que rápidamente asomó la cabeza–. ¿Me ayudas a tomar medidas del joven Sylvasta? Tu vienes conmigo Uzui –le hablo al hombre de su misma edad.

𝐶𝐿𝑂𝑆𝐸 𝑇𝑂 𝑀𝐸 || 𝘚𝘩𝘪𝘳𝘰𝘶 𝘖𝘨𝘢𝘮𝘪 𝘺 𝘵𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora