Seungmin y los tres mosqueteros || HYUNMIN

10. onitseD

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- ¿Vas a cenar con la reina?

Seungmin terminó de abotonarse la camiseta antes de sacarle la lengua a Changbin. Con un movimiento discreto dirigió su mirada a la puerta, pero su amigo fue completamente capaz de notar la forma tan persistente con la que sus ojos esperaban la aparición de alguien en particular.

Cuando logró notar aquello, los labios de Changbin se pusieron rectos, indeciso por las palabras que podría usar con su compañero de entrenamiento.

-Seungmin. -llamó con tranquilidad- Estas usando loción para verte con el chico que casi te parte la nariz ayer.

- ¿Crees que es demasiado? -cuestionó el granjero mientras se miraba con preocupación en el único espejo que había colgado en la pared.

Changbin cayó en una irritación que solo pudo expresar con un suspiro. Seungmin no estaba captando el rumbo por el que quería llevar la conversación.

-No estas escuchándome, ni siquiera pareces recordar todo lo que decías sobre Hyunjin desde que se incorporó al equipo.

-Creo que lo juzgue mal.

- ¿Así de fácil?, pensé que querías desenmascarar al tipo raro, no tener citas nocturnas con él.

Seungmin se giró con rapidez para mirar a su amigo con pánico. Estaba claro que todos notarían su ausencia y la del rubio en cuanto despertaran en la mañana para comenzar a entrenar, pero nunca imagino que sería criticado por alguno de sus compañeros, mucho menos por el castaño.

-Tal vez no hay nada que descubrir, Binnie. -dijo con un tono de voz imponente.

Changbin se levantó de su lugar en el suelo y se posicionó frente a Seungmin. Su índice tocó el pecho del granjero para remarcar sus palabras, mientras que sus ojos demostraban el enojo que contenía en su interior por lo acorralado que se sentía en ese instante.

- ¿De verdad piensas eso?, porque yo creo que solo intentas convencerte de que es así.

El castaño salió de la habitación dando un portazo. Conocía los verdaderos orígenes del nuevo príncipe de Leus, y para completar, ahora se sentía irritado por la cercanía que este estaba logrando con Seungmin a base de mentiras y acertijos.

Changbin tenía esa empatía por el rubio que lo había llevado a formar parte de aquel circo, pero al mismo tiempo, quería soltarle toda la verdad a Seungmin para que frenara esas ilusiones que comenzaban a florecer en su interior.

Seungmin no merecía ser frágil por alguien que jamás estuvo dispuesto a quedarse.