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—Seungmin, mira lo que Jeongin le ha hecho a mi trabajo.
El castaño dejó de cocinar y vio la tarea del pelinegro, luego vio a Jeongin que sonreía mientras coloreaba un libro de Cars.
—A los listos no les pasa— se encogió de hombros, miró la rabia de Hyunjin empezándose a acumular, —el niño no tiene la culpa, él no entiende lo que está bien o está mal.
—Pero es que...
—Nada, por eso no debes dejar las cosas a su alcance, cosas peligrosas o importantes.
Hyunjin respiró tratando de bajar su mal humor.
—¿Qué voy a hacer?
—No son muchas páginas las que dañó, podemos volver a hacerlas, te ayudaré.
—Gracias Min no sé qué haría sin ti — lo cargó y le dio vueltas, Jeongin lo miro y alzó los brazos.
—Yo quielo, calgame papá.
Hyunjin así lo hizo. —Eres un niño muy travieso— le pellizco la nariz y lo hizo reír.
—Será mejor que empecemos o no acabarás.
—Tienes razón — dejó al niño en su silla y fue por los materiales para seguir con su trabajo.
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