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Hyunjin atrajo más a Seungmin haciendo que el agua se regará de la tina.
—Voy a tallar tu espalda bebé— le dijo.
Seungmin no dijo nada a pesar de que se encontraba bastante nervioso por las atenciones del pelinegro y sólo llenó de espuma la cabeza de Jeongin que chapoteaba jugando con los animales de hule.
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Tarde, Seungmin no podía creer la hora, se levantó como un rayo y se vistió rápido.
—¡Hyunjin! — le gritó al pelinegro para despertarlo —. Es tarde, te toca cambiar a Jeongin y llevarlo contigo, tengo que irme.
El pelinegro aún medio dormido asintió, Seungmin le dio un beso en los labios y salió despavorido hacia la escuela.
—Sólo somos tú y yo contra el mundo bebé.
Levantó a Jeongin y empezó a cambiarlo con un traje de conejo, ya estaba algo grande pero siempre se veía lindo cuando lo vestían de animalitos. Pidió pollo frito porque no tenía ganas de entrar a la cocina, ese no era su espacio, y rápidamente fue a abrir cuando el timbre sonó, esperaba su pollo, pero en cambió solo vio a la madre de Jeongin.
—¿Qué estás haciendo aquí? — le preguntó entrecerrando la puerta para que Jeongin no la viera.
—Necesito dinero.
—¿Perdón?
—Que necesito dinero y tú me lo vas a dar.
—¿Te has vuelto loca? yo no te voy a dar nada— le dijo molesto. —Regresa por donde viniste.
—O me das mi dinero o me llevo a Jeongin, tú eliges.
—Pero si tú me lo dejaste, no me lo puedes quitar.
—Claro que sí, pediré la custodia y si alego que eres gay y sales con tu compañero de cuarto no tardarán mucho en dármela.
—¿De dónde sacaste eso?
—Los vi besándose ayer, así que dime donde te anoto mi cuenta para que me deposites el dinero que merezco por darte a Jeongin.
Hyunjin gruñó y le pasó su teléfono
—Haz una nota ahí, pero tienes que prometer que no molestarás.
—Mientras me llegue la mensualidad no lo haré.
Hyunjin volvió a gruñir. —Bruja— le dijo — vete, te depositaré al rato.
Ella sonrió y le dio unas palmaditas en sus mejillas
—Gracias bebé — luego le beso y antes de que el pelinegro pudiera hacer o decir algo, la mujer se fue.
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