¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seungmin aún no se acostumbraba a despertar con Hyunjin a lado. La mano del pelinegro descansaba en su cintura mientras que su pesada pierna estaba encima de la suya. Sonrió al ver que Jeongin dormía al revés, con los pies chocando con la boca de Hyunjin y su cabeza junto a su ombligo.
Apretó los ojos porque de nuevo había humedad en la cama.
Le pellizcó la nariz al pelinegro haciendo que se despertara.
—Te tocaba cambiarle el pañal.
—No puede ser—, se lamentó Hyunjin levantándose de la cama, —se me olvidó.
—Cámbialo, quitaré las sábanas y pondré otras.
El pelinegro asintió cargando al niño y buscando los pañales y talco, Jeongin seguía durmiendo tranquilamente, miró la hora dándose cuenta de que eran apenas las cuatro de la mañana. Con el niño ya cambiado y nuevas sabanas en la cama se volvieron a acostar con el niño en medio. Hyunjin miró dormir al castaño, miró su perfilado perfil y aparto algunos mechones de su cara.
—Gracias Min.
Le dijo, aunque sabía que no lo estaba escuchando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
