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Hyunjin no fue capaz de mirar a su padre, Donghyuk no era un hombre cruel y despiadado, pero si era un hombre muy duro, una faceta que necesitaba para moverse bien en los negocios y convertirse en un pez grande y gordo, sin embargo, no había podido evitar llevar esa misma faceta a casa.
Se encogió de hombros bajo su fría mirada.
—Estoy esperando Hyunjin— le había dicho con los brazos cruzados recargando su espalda en el sillón.
—Es que no sé por dónde empezar — le dijo.
—Puedes empezar por explicar cómo es que tienes un hijo de tres años y no me lo habías dicho— le dijo sin quitar su tono duro.
Hyunjin miró a Seungmin por el rabillo del ojo, el castaño estaba alejado pero atento a la plática desde la cocina, Jeongin estaba sentado cerca de él coloreando.
—Sabía que te ibas a enojar.
—¿Y qué esperabas?, ¿qué te aplaudiera y dijera Felicidades Hyunjin me has hecho abuelo?
—No precisamente —suspiró el pelinegro derrotado.
—¿Y hasta cuando pensabas decírmelo?
—No lo sé, tal vez cuando lo analizará mejor, no sé algún día.
—¿Algún día? — Donghyuk rodó los ojos —¿Y por qué me lo estás diciendo ahora? aguantaste más de tres años ¿Que ha cambiado para que ahora si quieras que me entere?
Hyunjin talló sus manos sudadas en su pantalón.
—Es por su madre, ella lo tuvo un tiempo y después vino y me lo dejo como si nada, pero desde hace tiempo me estuvo amenazando con quitármelo sino le daba dinero.
—¿Se lo diste?
—Sí.
—Pero sí que eres idiota, déjame adivinar ahora quiere más.
—Así es— asintió nervioso —amenazó con quitármelo, dijo que ahora que tengo una relación con un hombre ningún juez en su sano juicio me lo dará.
Miró a Seungmin que se había quedado quieto, con el rostro lleno de preocupación y pudo leer en su expresión un "Por mi culpa".
Quería ir y decirle que él no tenía nada que ver, que ella no quería a Jeongin, que no era su culpa que la mujer fuera una víbora.
—Ummm— dijo su padre pensativo. —Eso es verdad, o dejas al chico o dejas al niño.
Hyunjin no despejó la vista del castaño, se moría de ganas por decirle que todo iba a estar bien.
—Pero no vas a renunciar a ninguno de los dos — dijo en un suspiró el mayor.
—Así es, no voy a dejar a ninguno.
—Y tampoco dejaría que lo hicieras— le dijo sorprendiendo a los dos jóvenes —. Un Hwang no se doblega ante nadie — exclamó pensante —contrataré a alguien para que la esté vigilando tal vez si le encontramos algo el juez falle en tu favor, pero tiene que ser algo que la declare incompetente, como adicciones o irresponsabilidad, que lo haya abandonado es un punto a nuestro favor, pero tenemos que comprobarlo.
—Hay cámaras de seguridad en los pasillos, según recuerdo discutieron en la puerta y ella estaba gritando, se las pediré a la casera para ver si sirven.
—Eso sería perfecto, en todo caso no hay nada que el dinero no pueda solucionar y sino simplemente contratamos a alguien que la desaparezca.
Hyunjin y Seungmin lo miraron sorprendidos.
—Estaba bromeando— les dijo el hombre —¿Y qué estas esperando para traer a mi nieto aquí?
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