Apenas de noche, entre la selva broto una inconmensurable luz que quemaba todo a su paso, arrasando un diámetro de veinte metros, tan pronto como la luz se apagó, una entidad humana surgió de ella.
Abrió sus ojos paulatinamente, no obstante, líneas extrañas se manifestaron en el lado derecho de su cuerpo, brillaban de color azul oscuro teniendo una pequeña luminiscencia.
Miro a su alrededor, noto como la naturaleza fue dañada por su culpa. Lastimosamente no podía repararla, no ahora, debía acostumbrarse a este cuerpo, hacía mucho que no sentía la carne y los huesos. Suspiro de alivio al saber que no había nadie en este lugar, nadie se asustaría y nadie contarían leyendas sobre un ser espectral o brillante.
—Okey...—murmuro en silencio, su voz fue imponente y gruesa— la naturaleza no se ha dañado en lo absoluto, eso creo—miro abajo, y se dio cuenta que estaba desnudo—. Oh, tendré que cazar un animal.
Empezó a caminar, durante un tiempo observo y estudio al bosque. Aprecio la belleza natural de la vida, no se dio cuenta de la llegada del sol, el tiempo para él era diferente.
Sin embargo, era consciente de algo. Dos presencias lo vigilaban, no sabía desde cuándo pero no tenían intenciones maliciosas a su persona, se sentían curiosos y sorprendidos. Tampoco eran una amenaza, los veía como meras ratas.
Tenía objetivos claros, debía descubrir el tiempo en el que cayó e investigar la razón de su falta de emoción, parecía que debía aprender otra vez a identificar las emociones, no será fácil, pero con suerte volvería sentir como cualquier otro humano.
Por otro lado, los observadores miraban con recelo al humano.
—Hermano, ¿Qué es lo que ves? — pregunto el mayor, viendo de reojo a su contraparte, quien tenía las venas resaltantes en su rostro, mirando con seriedad al desconocido humano.
—Es igual a madre—dijo con seriedad e incrédulo
—¿Qué quiere decir? —pregunto intrigado el mayor.
—Tiene chakra—dejo escapar, desviando la vista hacia el mayor—. Como nosotros, tiene chakra, Hagoromo.
—Eso no debería ser posible—dijo Hagoromo con sorpresa, dirigiendo su mirada al ente que ya no estaba en su campo de visión, solo los pasos marcados en la tierra eran rastro de aquel desconocido hombre—. Quizás hay cosas que madre no nos ha contado.
—No somos rivales para él, hermano—aclaro de repente el menor—. No tengo mucha experiencia con los ojos como nuestra madre, pero, ese hombre tiene una cantidad de chakra comparable a la de ella.
—¿Cómo es eso posible? —Hagoromo no podía creer tal cosa, incluso Hamura, su hermano menor quien mantenía la faceta impasible, o al menos intentaba aparentar para ocultar su sorpresa.
—No lo sé, es demasiado pronto para indagar en el tema—Dijo Hamura recuperando la compostura, y alejándose del arbusto junto a su hermano mientras se alejaban del lugar sigilosamente.
—Bien, algún día nos encontraremos con aquel hombre—declaró Hagoromo con determinación, una sonrisa se formó en su rostro; no podía creer lo grande que era el mundo, quizás existían personas más poderosas que su madre, oculta entre las sombras esperando ser reveladas.
Por otro lado, Asahi había apreciado la vida y lentamente aprendía el cómo usar su cuerpo, sentía como cada musculo se activaban por medios de los nervios cerebrales, de los cuales funcionaban gracias a las órdenes del cerebro.
Estaba a gusto, volver experimentar la tensión de sus músculos, la vista, el olor, el sabor y el oído satisficieron su persona.
Él estaba vivo.
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Ecos del Olvido: El Shinobi que Desafió al Destino[運] -Naruto fanfic-
FanfictionEn un mundo donde el destino parece controlar los hilos de la existencia, un shinobi olvidado desafía esa noción. Aunque su nombre se ha desvanecido de los registros, su influencia secreta ha dado forma al mundo ninja tal como lo conocemos. Con una...