My Little Pony: La Venganza de los Petrificados

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Faro de los Cristales - Bahía Yeguamar

Sunny y Hitch estaban en el Faro de los Cristales, con Hitch preparando algo para cenar y Sunny buscando una película para que ambos pudieran ver en el equivalente a Netflix del mundo equino.

Me da paja pensar un nombre, así que usen la imaginación, ¿de acuerdo?

Ya que Zipp, Pipp e Izzy se fueron a Altos de Céfiro por unos días, Sunny y Hitch decidieron aprovechar esto como una oportunidad para tener algo de tiempo a solas como pareja. Sparky estaba dormido en una cuna que tenía en la habitación de las chicas, al lado de la cama de Sunny.

Y no, Hitch no planea pedirle matrimonio a Sunny en este instante. Eso es algo que aún no ha podido planificar del todo.

Mientras buscaba la dichosa película, el olor a una especie de pasta le llegó a Sunny, quien comenzó a seguir el rastro, levantándose del sillón donde estaba sentada y caminando hacia su novio.

- ¡Mmm~! - dijo la terrestre con una sonrisa - Algo huele delicioso

- Oh, no - dijo Hitch, mientras detenía a Sunny colocando un casco en medio para que no se acercara a la cocina - Nada de probar la comida hasta que esté lista, Sun. Ya sabes como es esto: tú intentas probar mi comida antes de tiempo, y yo siempre te detengo - dijo con una sonrisa burlona

Sunny le miró con una mirada juguetona antes de hablar.

- Por favor dime que no acabas de hacer lo que creo que acabas de hacer... - dijo ella, recordando cuando Hitch le dijo algo parecido el día que conoció a Izzy

- Tal vez sí, tal vez no - dijo el sheriff, aún con una sonrisa burlona

- Por favor, Hitch - pidió Sunny, ahora moviéndose de forma sensual hacia su novio - Solo una probadita chiquitita - añadió, mientras hacía pequeños y suaves círculos en el pecho de Hitch con su casco para doblegarlo

- Lo siento, Sunny-bunny, pero no es no - dijo Hitch con firmeza, depositando un beso en los labios de su novia

Sunny hizo un puchero, inflando sus mejillas mientras miraba a Hitch con el ceño fruncido, obviamente tratando de doblegarlo para que le dejase probar la comida antes de la cena, pero Hitch siguió resistiéndose a las adorables peticiones de Sunny, aunque una parte de él si quería doblegarse ante ella, pero no se lo iba a permitir.

- Sigue intentando, Sunny. No voy a ceder - finalizó el sheriff, finalmente dándose la vuelta y fijando su atención en la pasta que estaba cocinando para ambos

Sunny bufó frustrada, rodó los ojos y sonrió. Se dio la vuelta y decidió retomar su búsqueda por una película, pero de repente frenó cuando sintió algo extraño.

No entendía bien el que, pero era malo. ¿Era acaso un nuevo poder por ser alicornio? No lo sabía, pero sintió un muy mal presentimiento crecer dentro de ella.

Nunca antes había tenido un mal presentimiento, al menos no uno de esta magnitud. Todo su cuerpo gritaba que corría peligro, que debía tener cuidado, y que no bajara la guardia bajo ninguna circunstancia. Algo grande y malo se aproximaba, ella lo sabía y lo presentía, pero no estaba segura de si hacer caso a esa voz.

Una parte de ella no quería escuchar porque temía que sus amigos - en especial Hitch, que es su novio - salgan lastimados. Sin embargo, sabe perfectamente que ignorar a esa voz tampoco es una buena idea.

Estaba muy indecisa, pero antes de poder tomar su decisión con calma y serenidad, un destello de luz morado iluminó la sala de estar del Faro, y de pronto aparecieron Izzy, Zipp y Pipp, aterrizando en el suelo con un ruido sordo, mientras que las hermanas gruñían de dolor por el golpe de la caída.