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Antigua Equestria - Ubicación Desconocida

Sunny no podía ver nada. No era la primera vez que no podía ver nada, a decir verdad.

La última vez, estuvo atrapada en la misma pesadilla por varias semanas. Al final, resultó ser solo eso, una pesadilla, nada del otro mundo.

Sin embargo, esta vez se sentía diferente.

No podía explicar por qué, o cómo es que lo sabía, pero Sunny presentía que esto no era un o sueño o pesadilla. No estaba dormida en general, algo se lo decía, una especie de... voz...

Y de pronto, una luz apareció. No era como aquella luz que la cegó de pronto y la transportó a una pesadilla espantosa, no. Esta luz solo estaba allí, sin hacer nada.

Sunny decidió ir a esa luz sin pensárselo dos veces. Perfectamente, podría estar dirigiéndose hacia su destino, hacia el final del camino, hacia su muerte. Sin embargo, no tenía otras opciones, puesto que más allá de esa luz, todo lo que había a su alrededor era oscuridad.

Así que caminó hasta esa luz, y pronto... 

Su vista se tornó borrosa, pero poco a poco se acostumbró hasta divisar el cielo azul, mientras algunos pegasos movían nubes en el cielo...

Sus ojos se abrieron como platos ante aquello último: los pegasos llevan siglos sin poder mover las nubes, o poder alterar el clima en general. Entonces, si había pegasos moviendo nubes, eso solo podía significar una cosa...

Sunny se las arregló para sentarse en el suelo, y observó a sus amigos a sus alrededores, aparentemente inconscientes. En efecto, solo estaban Izzy, Hitch, Sparky, Zipp y Pipp; y ella misma, obviamente.

Pero antes de poder decirles que debían despertar, Sunny vio que se encontraban en una colina, y no muy lejos, se podía apreciar un pequeño pueblo... el cual tenía un gigantesco castillo de cristal detrás, un castillo que Sunny ya había visitado, aunque en un estado más deplorable.

- N-No puede ser... - murmuró la terrestre con emoción e incredulidad

Rápidamente, se movió hasta donde estaba Hitch y comenzó a sacudirle para que se despertara. El semental tenía entre sus cascos a Sparky, quien más que inconsciente, parecía estar dormido en los cascos de su padre.

A Sunny le daba lástima que, por despertar a Hitch, también terminaría despertando al pequeño bebé dragón, pero dado a su situación actual con la Legión del Mal, sumándole su gigantesca emoción por estar en la Equestria de la que su padre siempre le habló cuando era niña, decidió seguir sacudiendo a Hitch de todas formas, incluso si eso implicaba despertar a Sparky.

- ¡Hitch! - empezó a llamar la terrestre con emoción - ¡HITCH! ¡DESPIERTA!

Tras estar así por un rato, tanto el sheriff como el bebé dragón comenzaron a despertarse poco a poco. Hitch emitió un gruñido a modo de queja, cosa que hizo que Sunny riera por lo bajo, mientras que Sparky también soltó un adorable gruñido de irritación. A Hitch le fascinaba dormir, y obviamente, no estaba contento con el hecho de que su novia - por más bella que fuese la vista para él al abrir los ojos - le despertara.

- Sunny... ¿Por qué tanto alboroto? - preguntó el semental con molestia

Sunny volvió a soltar una risita y acarició a Hitch en un costado, instigándolo a levantarse de una vez.

Hitch volvió a gruñir, pero decidió ponerse en pie de todas formas, tomando a un gruñón Sparky que se cruzó de brazos e hizo un puchero. Hitch rió levemente y puso a Sparky en su espalda, luego vio a Sunny con una expresión aburrida.

My Little Pony: La Venganza de los PetrificadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora