Capítulo 9

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Reina

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Reina

El asocial Daniel

—¿Qué pasó anoche?—es lo primero que Mía pregunta cuando se sienta a mi lado.

Dejo de lado la novela que estaba leyendo y me encojo de hombros.

—Duraste mucho y me fui por mi cuenta.

—Esa no es una excusa válida, perra—me señala con el dedo índice acusatoria—Me preocupaste mucho, y no solo a mí, también a Roy que se sintió culpable de que algo te pudiera pasar porque no estuvo tan pendiente.

Trago saliva al recordar lo que pasó anoche.

Fue un a montaña rusa que me dejó tan abatida que no quiero volver a un abrazo fiesta donde esté alguien de esta preparatoria.

No puedo creer que se pelearon por unos hombres que ni caso le hacen, más bien se divierten por el espectáculo montada.

También puedo creerme que llegué a casa con Daniel.

El asocial Daniel.

Tampoco de sus vagas advertencias, no sé de qué va pero solo me hace recordar a mi acosador que hoy no he sentido por ningún lado.

Si bien es cierto que mi familia no es santa de la devoción de nadie, no veo porque hasta ahora alguien quiere hacerles daño justamente conmigo.

No veo porque tiene que serlo.

No le hago daño a nadie por lo que lo único que me queda pensar es que el abuelo o Florencia han enojado a un pez muy gordo.

«¿Quién podría ser?»

—Hasta que por fin aparece la niña—dice Roy sentándose frente a mí con unos lentes de aviador y vestido como si va para un show de moda—¿Dónde te metiste anoche, eh?, Por poco me da un paro cardíaco cuando te perdí de vista.

—¿No lo olvidarán nunca, cierto?—refunfuño.

—Nop—responde al mismo tiempo.

Los nerds a nuestro alrededor nos miran como si de ser por ellos ya estuviéramos bajo tierra y les saco el dedo del medio ocasionando muecas asqueadas.

Suspiro pesadamente y ruedo los ojos apoyando la frente en la mesa.

—Daniel me llevó a casa—digo entre dientes.

—¡¿Qué!?—se alborota Roy.

—No tuve más opción que irme con él.

—Te montaste en el auto del enemigo—dice ofendido pasando por alto mi justificación—Sabes lo mal que nos ven por solo no estar en la gracia de esos psicópatas y aún así te atreviste a respirar el mismo aire que ellos. Estás mal, niña.

Se le ve afectado y con toda razón.

Nos tratan como basura por la culpa de ellos.

A él le negaron la oportunidad de hacer amigos por simplemente no poder perdonar una estupidez que tenía remedio.

Destructive Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora