El primer día

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Deidara arrojó todo contra la pared de la cueva. Las mesas de madera tallada a mano por parte de unos de sus compañeros. Claramente Sasori estaba molesto, le tomó tiempo escoger algo ideal y ese cabrón solo lo destruía. El ambiente tenso, la cueva húmeda, el olor a moho, excremente de murciélago. Les recordaba un poco lo nefasta que era su existencia. Tenían que estar escondidos ahí, puesto que ese lugar ocultaba su aroma. Kiba la pasaba bastante mal, ya que con la nariz más sensible que el resto, anhelaba usar tapones nasales, no obstante. Su talento era indispensable para poder rastrear al enemigo.
-¡Y una mierda! ¿Cómo dejaron que capturaran a uno de los nuestros! -grita encolerizado, furioso. -Debieron explotar todo, quemar todo. No puede ser que se llevaran a Naruto para ser el puto esclavo como la mayoría de los alfas.
-Naruto nos dejó escapar. -Se adelantó uno de sus compañeros, y Dedidara no se gira a dignarse en saber de quien se trata.
-Debieron inmolar todo. En una explosión, todos al infierno, esos perros desgracias junto con sus alfas traidores.
-Deidara. Cálmate. Naruto sacrificó su vida, y no en vano.-Fue Yahiko quien trata de calmarle.
-¿tienen idea de lo que pueden estar haciendo? ¡Van a torturarlo! ¡Revelar todo de nosotros.!
-La culpa la tiene Naruto, el fue el que se puso en peligro. No obstante, si sigue vivo. Rescataremos a nuestro compañero. -Shikamaru se encuentra trabajando en un collar que permita imitar tan bien como el que poseen todos los alfas de la ciudad. Así pasar desaparecibidos, fingir un poco pero rescatar a Naruto. Porque jamás dejarían caer a un amigo, realmente tiene que cubrir todos los puntos por si es detenido.
-Esto es demasiado problemático... joder, Naruto suicida....
Shikamaru tiene en sus manos un montón de piezas. Generalmente es buen estratega, no es tan bueno con la tecnología. El y Sasori la únicas personas del grupo ahí que sabe leer, y eso los limita un poco. Ya que delegan instrucciones, sería mas fácil si alguien leyese el manual detenidamente con ellos. Tienen poco tiempo, necesitan encontrar al alfa sin ser encontrados. Porque jamás van a abonar a un compañero. Y que explote el mundo si es necesario, eso sostiene Deidara.
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Hinata Hyuuga no paraba de dar vueltas en el sitio, movía la pierna inquieta, acomodaba las cosas en su escritorio de cristal de un lado a otro. Revisaba a escondidas, con un navegador privado con sistema Tor, información sobre betas, y la menta en como podría liberarse de su jaula de oro. Le desesperaba bastante el internet, naturalmente que sería más lento al estar saltando de un lado la dirección IP. Y no solamente eso, tendría que ingeniárselas para ir a la escuela, que su padre no se diese cuenta y acudir al restaurante.
Deseaba tener el carácter de Sasuke, la capacidad de poder afrontar a sus padres y decirles. No quiero casarme, quiero ser una maldita omega independiente. Pero no, ahí estaba, faltando a clases por ser enfermiza cuando en realidad tendría un trabajo y una cuenta bancaria. Todavía recuerda como le rogó a Sasuke poder trabajar con él en el restaurante, comprarle una parte de las acciones, ser socia a cambio de ser chef. Menos mal que era buena cocinera, y eso había incrementado las ventas considerablemente ya que de lo contrario el Uchiha la habría echado sin contemplaciones.
A veces decidía cambiar un poco la temática del lugar, y eso convenía considerablemente ya que la clientela aumentaba. Ella, siempre escondida con su uniforme de Maid, con una falda frondosa, un delantal. Así nadie sabría que ella, una omega de familia rica, adinerada, de renombre era la chef estrella en restaurante de Uchiha Sasuke.
Es gracioso que compartieran una relación.
Y todo siendo menores de edad.
Si su padre lo descubría antes.
-¿Señorita Hinata?
Alguien abrió la puerta, tocó después de entrar. Algo inaceptable, en la mayor parte de lso casos.
-¡Neji! -chilló de pronto, con la voz aguda Poniéndose de pie, pero su gesto se suavizo a una mirada gentil a ver su primo pasar. -Me espantaste. Por dios, no hagas eso.-cada vez que ella lo ve pasar, siempre es lo mismo. Viste elegante, tradicional y elegante. Todo en él es perfecto, su tez, su cabello largo y negro, la única molestia es el maldito collar en su cuello, un enorme collar plástico con partes metálicas, listo para electrocutarlo, el cual, tiene una luz verde, que indica que el collar está activo.
-Lo siento Señorita, pero su padre no deja de llamarle. Tenemos que salir.-ella gime. Sobre todo al ver que Neji le entrega el collar.
-No quiero ir.
Neji la mira con una sonrisa comprensiva, Hinata era un amor. Odiaba ir a restaurantes donde trataban a los alfas como basura, y tener que llevar uno con cadena era algo que odiaba. Es cierto que Neji la protegía, pero no soportaba ver que lo tratasen tan mal.
-Señorita Hinata, será divertido.
-¿Cómo haces para siempre hacerlo todo tan bien?
-Creo que me acostumbrado a esto...
-Ojalá... te prometo que cuando sea mayor de edad, no volverás a usar esa porquería. -ella apretó la cadena. -haré lo posible para que no te insulten ni te denigren.
-Nadie puede hacerme sentir mal sin mi consentimiento, eso lo tengo en claro. Tranquila-Neji acarició su mejilla con gentileza. -ojalá todos tuviesen la suerte de tener a alguien como usted.
-Me apiado del alfa que Sasuke tendrá. -comentó ella al aire. -Sabes... Quería que fueses tú...porque se que de esa manera. Él se contendría.
Neji arrugó el entrecejo. Enarcó una ceja perfecta y se cruzó de brazos, ella dejó caer los hombros y poco y trató de disculparlo con una mueca rara, tratando se buscar las palabras.
-Se que no lo crees, pero Sasuke te tiene aprecio.
-Igual que a un bote de basura en baño público. Supongo.
Ella ríe entre dientes.
-Jamás te ha hecho algo...-intenta defenderle.-pero me preocupa como será con alguien más.... -ella dice para si misma. Porque conoce a su amigo, y conoce su carácter y de lo que es capaz. -Yo... no se si podré ver eso... ¡Él es... ahh! Olvidalo. Vamos al restaurante, me ayudarás y después nos pasaremos a la escuela... así evitaré ir a ese reasturante horrible.
-De acuerdo. -el acata la orden. Hinata es valiente, aunque ella no se lo crea. -Aunque creo que preferiría ir al evento que usar ese uniforme. -comenta. A lo que ella dio una risotada.
-¡oh vamos! Así nadie se da cuenta que eres un alfa. -ella defiende su postura, el uniforme. -El olor de la vainilla, el dulce, disfraza perfectamente tu aroma -ella encoge los hombros. -y con esa falda. Hasta pareces un omega como yo.
Neji no está de acuerdo. No sabe cómo demonios alguien de la talla de Sasuke le permitió a Hinata modificar el uniforme del restaurante tan bárbaramente, todos los empleados saben que es un alfa, y nos les importa. Encuentran divertido cada vez que lo ven usar un hermoso vestido de olanes, en la cocina. Que es su puesto, eso ni siquiera es práctico para empezar. En defensa de Hinata. vestido corto le da movilidad, las medias en la piernas evitan quemaduras. El delantal pomposo está hecho de un material a prueba de fuego, por lo que disminuye el riesgo de quemaduras. No solo eso, cambia de collar. De tal manera que en el restaurante, usa uno de olanes, a su manera de ver. Se ve, y se siente como una prostituta temática, de no ser porque se encuentra en la cocina, alguien ya le habría metido un billete en el liguero. Pero no puede decirlo, porque Hinata también se viste así, como todo el personal. Y es parte del encanto ver a través de un cristal, a todos trabajar así. Por mas que quiso insistir en usar un pantalón, no pudo. Porque no iba con la temática. Y eso lo hacer pasar desapercibido, al comentario de Hinata. Ella con el carácter de Sasuke, sería muchísimo peor. Lo único bueno, es que todos los uniformes están en el restaurante, de tal manera que nadie sabe de sus artimañas. Solo son dos beta más, cocinando.
-Hinata. -llama Hiashi y ella da un pequeño brinquito. -Se te hace tarde jovencita, mueve a ese alfa perezoso.
-Si, señor. -contestó de inmediato, y pide gentilmente a Neji que la siga. Ella hace cuentas, tiene que pasar al restaurante a preparar la mesa de postres, hablar con el chef, y además de eso, ir a la escuela. Estaba muy lejos de ser la mejor estudiante, por suerte Neji siempre resolvía sus exámenes. Y ahora tendría que lidiar con el psicopata de Sasuke y su nuevo alfa.
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Mi alfa, mi esclavo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora