Mi alfa, mi esclavo.

Quizás, solo quizás

Sakura estaba demasiado concentrada en Sasuke viéndolo que no le prestó importancia al alfa que abrió la puerta. Demasiado desconcentrada en cuidar de él, y eso era lo que le hacía un alfa poco competente. Para Sasuke, porque estando él, perdía por completo todo concepto de realidad, tiempo. Ella continuó estando ahí.

—¿Quién era?—preguntó el omega, por otro lado, seguía alerts. El olor de aquel alfa era penetrante, le recordaba un poco al de Naruto, se atrevía a pensar que era incluso un poco salvaje. Naruto se giró sobre sus pies, escondiendo la llave en el boxer.

—Un perro faldero como todos aquí. —contestó escueto, incluso despectivo. Aprovechando su desprecio hacia la situación, y que la molestia sonase real. El omega se incorporó y ajusto su vendaje. Sakura aprovecho para intentar ayudarlo a erguirse, ella tuvo un pequeño estremecimiento al toca la piel tibia, fue como un escalofrío que recorrió su cuerpo por completo, el omega soltó un manotazo y la apartó, ella se encogió con las manos pegadas a su pecho. No la quería cerca.

Naruto visualizó todo, y le sigue pareciendo repulsivo el comportamiento de Sakura. Ya no tenía caso, no le dijo nada, la vez agachar la cabeza como todos ahí, la verdad está en debate, porque si pasa algo, lo electrocuta, puede que la llave caiga. Así en esta ocasión de acercó al omega.

—No puedes levantarte por tu cuenta, no es muy inteligente de tu parte quedarte sin ayuda. –se atrevió a regañar al omega y señalarse sus faltas. –y vas a llegar tarde, jamás llegas tarde. —le dijo, fue convincente. Y Sasuke aceptó la ayuda a regañadientes, acercándose a él con cautela. Naruto empezó a notar una pequeña bolsa gris debajo de sus ojos, le ayudó a ponerse de pie. Sasuke tocó el brazo de Naruto, es tremendamente firme. No obstante, le tenía fastidiado.

— Sakura, préstame tu brazo. —el ordenó, y allá orden Sakura se pone a su lado, de un salto y visiblemente entusiasta, hasta nerviosa, Sasuke agarró su muñeca y se pone de pie, el alfa enarcó una ceja, pidiendo una respuesta. —ella es más resistente que tú, sus músculos son más firmes. —se limita a responder, y eso a Naruto le ofendió tremendamente. No eran tanto porque estaba encerrado, sin hacer ejercicio durante un buen tiempo, Sakura sonrió ante el halago. Se puso roja, cada que puede estaba realizando pesas, ejercicio. Posee una figura esbelta y músculos firmes como el acero. Y siente que gana un punto sobre aquel alfa rubio idiota.

Salen del cuarto y se dirigen a clases. Naruto toma las cosas del omega y lo llevan los dos al aula, se apoya un poco del alfa que es tan cuidadosa y gentil. Una vez dentro del aula, ella se despide, aprovechó cada segundo que pudo pero no planea abusar, planeaba ser perfecta para ser nuevamente requerida.

El desempeño de Sasuke es igual de impresionante que siempre. Naruto no logró comprender absolutamente nada de lo que se habló en el salón, permaneció en la esquina. Pero Sasuke es impresionante.

—¿Qué sucedió? —escuchó cuchichear a algunas personas.

—Su alfa no lo protegió bien. —escuchó a muchos decir. —quizás se cayó.

—Pudo haberse caído en la ducha, como cualquiera.

—¿Lo habrá lastimado su alfa? —alguien más se atrevió a preguntar.

—Sasuke se ve tan frágil.... Seguro solo fue un accidente.

--Ese alfa debe ser peligroso, tal vez se excedió, no sabemos nada de él... Pobre Sasuke. —Naruto sonrió. Si, frágil. Como no. No puede ignorar los comentarios, aunque es un poco indignante que crean que se puso la mano encima alguien débil, más lo es, no haberlo hecho. Estaba en un debate. Se da cuenta que alguien lo ha estado mirando, después se gira hacia la persona que es descubierta en el instante. Es una omega. Y es hermosa. No puede dejar de verla.