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El moreno había ido a recoger a su futura esposa hasta su mansión para irse juntos a la competencia de su amante. Claro que también conversaron durante el camino para irse conociéndose mejor y cada vez se agradaban más al punto se sentirse como grandes amigos.

Al llegar al lugar donde sería la competencia, el moreno se bajó de inmediato y fue directamente a abrirle la puerta a su acompañante.



– Antes que nada, debemos hacer algo. – mencionó mientras se hincaba frente a ella antes de que pudiera bajarse – Estamos a dos semanas de nuestra boda y estaremos estos días saliendo públicamente, supongo que sabes a lo que me refiero.

– Los medios estarán al tanto una vez que nos vean hoy juntos.

– Así es. Es por ello que es necesario aparentar haber formalizado esto como dicta la costumbre.



De su saco tomó una pequeña cajita de tercio pelo color azul y a acercó un poco quedando entre los dos. La abrió y se mostró un fino anillo de compromiso con un pequeño zafiro incrustado.



– Noté que tu collar está hecho de zafiro y pensé que sería correcto que el anillo combinara. – admitía – ¿Te gusta?

– Es muy bello. – sonreía admirando el anillo – Y es muy considerado de tu parte tomar en cuenta ese detalle.

– Ambos tenemos que apoyarnos en todo momento.



Sacó el anillo de la cajita y se lo colocó en el dedo anular de la mano izquierda. Ambos se sonrieron ligeramente y el moreno la ayudó a bajarse del auto.



– ¿No crees que es necesario que tengamos una historia para esto? – preguntaba la gata blanca mientras él cerraba la puerta del auto – Seguramente muchos comenzarán a preguntar y debemos estar de acuerdo con la versión.

– Tienes razón. – la miraba – ¿Cómo quieres que les digamos que nos conocimos?

– En una noche de baile. – sonreía – Hace dos semanas. Bailamos toda la noche y desde entonces decidimos casarnos.

– Sería precipitado para ellos que apenas nos conocimos y nos casemos.

– Hay quienes se conocen apenas y se casan al día siguiente. – ambos rieron – ¿Algo que quieras agregar a la historia?

– No, considero ideal la historia.



Le ofreció su brazo, ella lo tomó y se dirigieron hacia las gradas en donde podrían apreciar la competición. Una vez que quedaron al ojo del huracán, todos se sorprendieron al verlos y más aún cuando notaron el anillo de compromiso que ella portaba.



– Ya comenzaron a hablar. – murmuró para el moreno.

– Ignóralos. Así será por un largo tiempo.



Se sentaron en un excelente lugar, justo el tejado les daba una buena sombra, sin embargo, los demás aún se encontraban sorprendidos ante lo que sus propios ojos han podido ver.



– Verena. – saludaba una muy bella murciélago vestida con la ropa más fina – Que sorpresa encontrarte por aquí. – sonreía acercándose.

– Hola, Rouge. – sonreía al verla – No creí que estarías aquí.

– Vine a acompañar a mi novio. – en eso, volteó como si estuviera buscando a alguien – ¡Hey, Knux! – un equidna rojo volteó inmediatamente – Ven, cariño.



El equidna rojo se puso de pie y se acercó rápido a ellos.



– Hola, Verena. – saludaba el equidna muy feliz al verla – ¿Qué haces aquí?

Anillos Rojos ~ ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora