Crepúsculo | Edward Cullen

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Siento que este está algo cutre porque lo empecé ayer en la noche y me quedé dormido así que para acabarlo hoy me costó porque no recuerdo nada de lo que tenía planeado, pero en fin... Ustedes juzgarán.

...

"La sombra del intéres"

Narrador — Omnisciente:

El aire fresco de Forks siempre parecía tener algo especial durante la noche, un tipo de quietud que se asentaba en el bosque como un secreto a voces.

El bosque no era recomendado por muchos para dar caminatas nocturnas, pero aún así __________ caminaba por el sendero, disfrutando de la serenidad del lugar. El crujir de las hojas secas bajo sus botas resonaba en el silencio del paisaje, pero no era un sonido inquietante. Era casi como un susurro, un recordatorio de que, aunque las sombras lo rodearan, no estaba solo.

Desde que llegó a Forks, obligado, había notado algo peculiar en uno de sus compañeros de clase, Edward Cullen. Un enigma al que no podía resistirse. Sus ojos dorados, siempre tan profundos, como si estuviera viendo más allá de lo que era evidente. Esa aura de misterio que lo envolvía, mezclada con una suavidad en su presencia, algo que, de alguna manera, atraía a __________ sin que pudiera entenderlo del todo.

Era aveces algo molesto, sobretodo porque el pálido de su compañero actuaba como si nunca hubiese tenido amigos o compañeros de laboratorio.

Algunas ocaciones __________ tuvo que aguantarse las ganas de agarrarlo de las orejas por el coraje que le causaba lo grosero que podía ser. Aunque no negara que una vez sí llegó a ofenderlo de vuelta, pero prefería no hablar de eso porque sentía que en ese moment su respuesta había sido muy infantil.

Volviendo al tema del bosque...

Esa noche, de alguna manera, sabía que algo lo miraba por entre lo árboles, había algo en la suave brisa del aire que le decía que seguro su molesto compañero estaba ahí.

No era exactamente un sexto sentido, o que literalmente el aire se lo dijere, simplemente no sería la primera vez que se cruzaban en el bosque, aunque nunca antes había sido tan directo, tan… cercano.

No podría llamarlo extraño, porque siempre era extraño.

Entinces, un suave crujido de ramas a su derecha lo hizo detenerse. Giró la cabeza, y ahí estaba. Edward. Ojála pudiese sorprenderse, pero para este punto ya era obvio que lo seguía.

— No deberías estar aquí — dijo él, su voz suave, casi como un susurro que se mezclaba con el viento, ese tono de voz era algo molesto no entendía como las chicas lo hallaban atractivo

Pero no importó, en cmabio, __________ sonrió con algo de diversión ya estaba acostumbrado a esa actitud protectora de Edward, aunque siempre un poco distante.

Se estaba aguantando las ganas de golpearlo por creerse alguna clase de mafioso misterioso.

— ¿Y tú? —preguntó, su tono burlón pero con un toque de curiosidad genuina

Edward dió un paso hacia __________, como si se acercara sin quererlo, como si estuviera sintiendo la atracción magnética entre ellos. Sus ojos brillaron en la penumbra, reflejando algo que __________ apenas podía descifrar. La frialdad de su piel era tan evidente, tan alienígena, que no podía evitar sentirse aún más atraído por él.

En serio no entendía como alguien que parecía solo moverse por la sombras lo estaba cautivando tan fácilmente, lo peor de todo es que seguro el otro ni siquiera intentaba nada.

One-shots | Male!Characther x Male!Reader | Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora