El arte de la cocina siempre fue una pasión, el amor de crear nuevos sabores y decorar delicadamente cada ingrediente, no es para cualquiera.
Eso lo sabía Jungkook, amar la cocina no es lo mismo que saber cocinar. Pero, esto no es sólo cocinar, es...
Toda el día Jimin estuvo pensando seriamente en aquella propuesta, él esperaba algo más romántico pero eso claramente no iba a suceder.
“ㅡ Quiero que trabajes conmigo.
ㅡ ¿Trabajar para ti?
ㅡ No, conmigo como mi socio.
ㅡ No entiendo.
Jimin estaba completamente anonadado, ¿quien en su sano juicio pide ser socio? Más cuando es prácticamente pobre o pobre a la par del millonario en frente de él.
ㅡ No quiero caridadㅡ se negó.
ㅡ No es caridad, no te estoy regalando dinero quiero que seamos socios, compañeros, trabajes conmigo no para mí. Se que ya no quieres seguir en la revista que desperdicia tu talento, pero he podido ver que te gusta la cocina, trabajariamos ambos en la pastelería. Así si al menos te pido matrimonio no me rechazaras luego.
Jimin quedo impresionado ante las últimas palabras, no era una broma, el hombre en verdad quería una vida con él.
ㅡ ¿En verdad quieres eso conmigo?
ㅡ Déjame demostrarte de mi amor por ti, Minnie”.
Ahora harían postres juntos y no tanto como una clase, debía dar una respuesta, era la única forma real que tenía para prosperar, no todos los días el amor de tu vida decide involucrar los negocios en una relación amorosa.
Jimin entró a la pastelería y globos se reventaron, un afiche enorme en el mostrador decía “Minnie ¿quieres ser mi novio?"
ㅡ ¿Qué? ㅡ preguntó más sorprendido que nunca.
ㅡ ¿Quieres Jimin? ㅡ se acercó Jungkook a su lado tomándolo por la cintura.
ㅡ Si quiero Jungkook, todo lo de ayer, ahora y si siempre.
ㅡ ¿Hasta lo de los socios?
ㅡ Sí, quiero.
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