Habitación 223(Cap 17)

705 61 6
                                    

Baje de la camilla  sintiéndome feliz por ver a mi pequeña,Evan me sostuvo la mano mientras la doctora me explicaba los posibles cambios que sienta este mes con respecto a los movimientos de la niña.

Al salir del consultorio nos subimos al auto para ir a la oficina. Estos serían mis últimos días allí ya que,la doctora me recomendó solo ir dos días a la semana a la oficina para no estar tanto tiempo sentada.

-¿Ya decidiste que nombre ponerle?-Preguntó Evan.

-Mmm, es algo difícil pero creo que me gusta uno.

-¿Entre toda la lista de mi madre solo te gusta uno ?--Asentí. - Dime cuál es

-No puedo decirte... -Intente hacerme rogar.

- Beth, me enfadaré mucho si no me dices...

- Ya,te diré pero si prometes que me comprarás fresas cubiertas de chocolate cuando salgamos del trabajo

-Ok,es un trato- Extendió su mano para estrecharla con la mía - ¿Y bien? ¿Me dirás ?

-Alice. -Respondí- Aunque prefiero verla primero y después decir su nombre

-¿Y eso por qué ?

-Quizas no tenga cara de llamarse Alice

-¿Los bebés tienen cara de algo ?

- Cállate. Lo sabrás cuando la veas -Contesté.

-Se que no lo hablamos mucho pero ¿Quieres que entre contigo en el parto ? -Preguntó. Mis nervios me invadieron, no sabía que responder, ese momento sería el más importante para mí. Debía estar con alguien que me de tranquilidad y paz. Así que el seria el correcto.

- Si,me encantaría. ¿Tú quieres estar ?-Pregunté esperando que su respuesta fuese si.

-Si,pero si no te sientes cómoda conmigo puedes entrar con otra persona.

-Con tu mamá y contigo si se puede.-Respondí. El estacionó su auto y al pararlo en el estacionamiento, se giró y me miro.

-No quiero asustarte, pero me desmayo cuando veo sangre. Pero si tú quieres que esté ahí, miraré mil videos por día de partos para estar preparado para ustedes dos. - Me acerque a él y deposite un tierno beso en sus labios.  -Te quiero Beth,lo siento si no te lo dije anoche,no supe que decir.

-No importa, si no me lo decías tenía pensado obligarte a decirlo -Dije bromeando.

Bajamos del auto y subimos a la oficina. Al llegar, Simone me esperaba sentado en mi escritorio.

-Tendras  un día difícil parece -Comento Evan.

- Parece que si -Suspire antes de entrar.

-Ey -Dijo antes de que entrara.Voltee a verlo- ¡Se fuerte !

Rei al escucharlo, y finalmente tome coraje para entrar y enfrentarme al idiota de Simone.

- ¿Cuál es el problema ahora? -Pregunté.

- Margot quiere que contrate a aquellas dos. 

-¿Volviste con Margot? -pregunté

-Beth,no me juzgues. Ella aún no ha vuelto pero pronto llegará. Quiero ser profesional pero también quiero ayudar a sus amigas.

-Simone, para ser profesional tienes que pensar en lo que le conviene a tu empresa y definitivamente esas dos no te convienen. -Suspire -¿Sabes qué? Haz lo que quieras, si quieres arruinar la empresa que te ha dejado tu padre perfecto.

-Beth, no te enojes. Estoy entre la espada y la pared.

-No estás entre la espada y la pared... Solo eres un idiota al que su novia usa y lo deja cuando no le sirve más. Piensa en la empresa y no me hagas perder mi empleo por tus idioteces. -Contesté furiosa.

El se paró súper enojado y antes de que pudiera decir algo Evan entro corriendo a mi oficina.

-Simone necesito salir ahora mismo -Dijo con su voz agitado.

-¿Que paso? -Pregunté preocupada.

-Es mi madre, se ha descompensado en la calle. --Miré fijamente a mi estúpido jefe, esperando que tenga un gramo de compasión por la situación que está pasando Evan.

-Ve. Luego arreglamos las horas que tienes que compensar -Contestó.

Mientras Evan salía de la oficina desesperado, yo rogaba porque Julie esté bien.
Deje a Simone hablando solo por horas de su estúpida relación con Margot,mientras yo pensaba en lo afortunada que me siento de haber conocido a alguien como Julie.
Nunca me lleve bien con mi madre,siempre tuvimos una relación distante, y en estos momentos tan importantes para mí tuve a Julie, que me enseñó a cocinar, a lavar ropa, a cocer, y hasta me dió algunos consejos para cuando nazca mi bebé.

Toda la tarde la pasé con un nudo en mi estómago por la incertidumbre de saber cómo estaría. Miraba mi celular esperando un mensaje de Evan, pero nada.

Finalmente, el horario de salida llegó y me tomé un taxi hasta el hospital.

Entre a la habitación 223, dónde encontre a Evan sentando frente a la camilla donde dormía Julie. Tenía los ojos rojos de tanto llorar y a apenas me vio, me dió un abrazo.

- Creí que estaba mejorando -Dijo entre lágrimas.-Pero los médicos me dijeron que cuando un paciente terminal mejora es porque se acerca su hora- Se aferró más a mi, abrazándome aún más fuerte. - Solo es cuestión de esperar Beth.

Lo mejor que pude hacer fue acompañarlo,no decir nada, si no sentarme a su lado a escucharlo y abrazarlo cuando lo necesite. La noche fue bastante dura, la silla era muy incómoda pero pase toda la noche escuchando a Evan hablar de su madre y sus veranos juntos.

Me hubiese gustado tener una madre como ella, que me ayudara, que jugara conmigo y que este orgullosa de mi. Lastimosamente Julie no era mi madre, pero fue algo parecido a ella.

A la mañana siguiente Evan fue a trabajar y yo me quedé cuidando a su madre mientras el recuperaba las horas en las que no estuvo en el trabajo.

-¿Que haces durmiendo en esa silla Beth?-Preguntó Julie. A penas pudo preguntar de la poca fuerza que tenía.

-Tu no te preocupes,hoy te cuido yo - Contesté.

-Siento no haberte hecho el desayuno hoy -Suspiró- ¿Cómo te ha ido ayer en tu ecografía? Lamento no haber ido pero me sentía mal.

-Bien, está muy grande esta bebé. Puro antojo de helado tiene.

-Creo que ha salido como su abuela -Sonrió. -Beth ...- pronunció por lo bajo. - Sabes que no llegaré a conocerla

-No digas eso Julie -Suplique -Quizás es solo una recaída

-No mi niña, ya no me quedan fuerzas.-Contestó. - Aunque por estos meses me la has dado tu y tu pequeña -Dijo limpiando una lágrima en su rostro. - He encontrado otro nombre precioso para la bebé. -Sonreí al escucharla. Sabía de qué nombre hablaba porque lo he visto escrito en su heladera.

-Alice será. -Respondí conteniendo mis lágrimas. Ella me miró sonriendo y tomo mi mano.

-Hazme un favor Elizabeth. -Dijo seriamente. -Nunca vuelvas a dudar de lo grandiosa que serás como madre. Lo harás bien,te lo prometo. Y si no,siempre estaré para ti. -Apretó mi mano mientras mis lágrimas recorrían mi mejilla.

Evan abrió la puerta de la habitación, me tocaba ir a la oficina y dejarlos solos por un rato.

-Espera un momento-Le dije a Evan. -Julie...-Pronuncie. Ella me miró cansada. - Eres la madre que siempre he querido -Dije apoyando mi cabeza en su regazo. -Gracias por quererme como una hija. - Ella acarició con sus manos  mi pelo.

-Estoy orgullosa de ti Beth, se que serás una buena mamá -Beso mi cabeza. -Es hora cariño, tengo que despedirme de Evan ahora.

Levanté mi cabeza y me puse de pie. Aquí venía el momento más difícil de mi vida,despedirse de alguien a quien no voy a volver a ver. Besé su frente y la admire por última vez antes de cerrar la puerta.

Julie, aquel rayo de sol que iluminó mis mañanas y me enseñó que es el amor materno aún sin ser mi madre.
Es por ti Julie, que se que seré una excelente madre, porque he visto cómo se debe amar a un hijo. Y todo es gracias a ti.

Tenemos un trato. //  Evan Peters //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora