Emilio y Joaquín ya estaban en el parque, buscaban un lugar donde acomodarse para hacer su picnic.
-Este parece un lindo lugar- dijo Joaquín llegaron a cierto lugar.
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-Si, y lo será porque tendré la mejor compañía- dijo Emilio abrazando a Joaquín y dándole un beso en la frente.
Extendieron una manta en el césped y acomodaron las cosas que habían llevado. Terminaron de acomodar y se sentaron para disfrutar de su picnic.
Se sirvieron la comida y bebida que llevaron. Ambos comenzaron a comer entre platicas, risas y pequeñas bromas de parte de ambos.
-Que divertido es hacer un picnic los dos juntos- dijo Joaquín sonriendo. -Lo sé- dijo Emilio también sonriendo-. Como ya te lo había dicho antes, lo importante no es el lugar sino la compañía. Contigo lo tengo todo.
Se encontraban acostados sobre la manta, Joaquín tenía su cabeza sobre el pecho de Emilio y este lo tenía abrazado de la cintura. Luego de lo que le dijo a Joaquín se acercó para darle otro beso en la frente, el castaño sonrió ante ese lindo acto. Era un hermoso día y fue perfecto para hacer su picnic.
-Joaco. -¿Si, Emi?- dijo Joaquín mirándolo. -Te tengo un pequeño regalo- dijo Emilio con sus manos atrás de su espalda. -¡¿Qué es?! -Cierra los ojos.
Joaquín cerró los ojos y sonreía, Emilio acomodaba ese pequeño detalle.
-Abrelos- ordenó Emilio. -¡Ay, Emi!- dijo Joaquín sonriendo al ver lo que Emilio tenía, era un girasol-. Sabes que me encantan los girasoles. -Lo sé, lo compré pensando en ti.
Joaquin se acercó a Emilio para darle un beso en la mejilla, este sonrió y le devolvió el beso en el mismo lugar.
La tarde estaba siendo muy divertida, los dos amigos enamorados jugaban en los alrededores de donde habían dejado sus cosas. Los dos se perseguían, Emilio trataba de atrapar a Joaquin, pero este no se dejaba.
-Ay Joaco, eres más chico que yo pero corres muy rápido-dijo Emilio deteniéndose un momento para agarrar aire. -No exageres, Emilio -dijo Joaquín riendo-. Somos de la misma edad, solo nos llevamos por meses. -Si, pero eso no quita el hecho de que corras rápido. -Ay tortuguita. -¿Cómo me dijiste? -¡Tortuguita! -¡Ven aca, Joaquín!
Continuaron corriendo, pero por más velocidad que metiera no podía alcanzarlo. Pero tenia un plan para poder atraparlo.
-¿Quién es ese tipo que está con Renata? -dijo Emilio. -¡¿Dónde?!-exclamó Joaquin activando su modo celoso.
Eso fue perfecto porque Emilio se pudo acercar a Joaquín y atraparlo. Ambos rieron, pero en medio del abrazo perdieron el equilibrio y cayeron en el pasto.
-Eres un trampaso -dijo Joaquin riendo. -Era la única manera de atraparte- dijo Emilio-. Que celoso me saliste. -Renata es mi hermanita, ella no tendrá novio hasta los 50. -Ay Joaco, cuando menos lo esperes Renata se enamorará de alguien. -Lo mismo va a pasar con Romina. -¡Oye!
Al caerse, Emilio estaba arriba de Joaquín y luego de esa mini pelea por sus hermanas se quedaron mirando a los ojos. Sus miradas estaban llenas de amor, miradas que ya lo querían decir todo.
Sus rostros se acercaron hasta que sus respiraciones se mezclaban, sus corazones latían con mucha fuerza hasta que rompieron la tensión uniendo sus labios en un beso. Su primer beso.
