headcanon's de 👐shigaraki 👐

Intrascendente

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Noncon, chikan, sexo público, degradación

Shigaraki decide mostrarte lo cruel que puede ser la gente.

Tomura odiaba viajar en tren. Los portales de Kurogiri lo habían mimado con su conveniencia y facilidad de transporte. El transporte público se sentía tan tedioso. Era aburrido y aún peor en hora punta cuando tenía que estar rodeado de otras personas. Le disgustaba, la forma en que se empujaban el uno al otro, no era una preocupación en el mundo por las personas que fueron pisoteadas y empujadas a un lado.

Hoy fue uno de esos días. Observó cómo un mar de hombres de negocios entraba en el tren, obligando a Shigaraki a acercarse a la puerta del lado opuesto. Frunció el ceño, apretando las manos en puños y metiéndolas en los bolsillos para no causar un accidente.

El tren se movió desde la estación, chirriando cuando comenzó a tirar a lo largo de las vías. La sensación de un cuerpo presionando contra el suyo sacó a Shigaraki de sus pensamientos. Te habías topado con él cuando el tren se movía y, dado lo apretado que estaba el tren, tu lugar anterior ahora estaba ocupado, lo que te obligaba a pararte a pocos centímetros del hombre cuando te volvías para mirar hacia la puerta.

Shigaraki hizo una mueca, viendo una sonrisa tonta extenderse por tu rostro mientras tus pulgares golpeaban el teclado de tu teléfono. Ni una reverencia de disculpa ni siquiera una mirada tuya. Simplemente lo ignoraste como si no te hubieras estrellado contra él hace unos momentos. ¿Qué, era invisible? Eras como el resto de ellos, ignorando lo que sucede a tu alrededor y sonriendo cuando hay gente por ahí sufriendo.

Sus ojos te recorrieron, fijándose en tu falda corta y los muslos de felpa que eran visibles debajo del dobladillo. Una sonrisa se extendió por sus labios agrietados mientras los engranajes de su cabeza giraban. No deberías estar tan atascado e inconsciente de tu entorno, especialmente cuando vas a vestirte así. Lo habías tratado como una simple hormiga que aplastabas en la acera, ¿a quién le importa, verdad? Es solo una hormiga. Es solo un tipo raro. Intrascendente para aquellos que la sociedad abraza. Se puso detrás de ti, sacando una mano de su bolsillo y arrastrando un solo dedo por la parte posterior de tu muslo.

Me pregunto cuánto tiempo podrás ignorarme.

Te sacudiste por el suave toque, girando la cabeza para mirar hacia atrás en busca de una explicación. Shigaraki dio un paso adelante, presionando su espalda contra ti y moviendo su otra mano para agarrar tu cadera antes de que pudieras darte la vuelta por completo. Te pusiste rígido bajo sus manos errantes, solo lograste alejarte de él cuando un dedo rozó el asiento de tus bragas.

tn:¿Qué eres-?

 Antes de que pudieras terminar de preguntar, Shigaraki clavó sus uñas en tus caderas, avanzando para que sus labios se posaran sobre la concha de tu oreja.

Shiggy:Cállate.

 Él raspó, su voz baja mientras empujaba un dedo debajo del dobladillo de tus bragas.

Saltaste al toque intrusivo, tratando de alejarte de él, pero su agarre era implacable.

Agarró tus bragas con los cinco dedos, la tela se desmoronó en sus manos y cayó ceniza en cascada sobre el suelo debajo de ti. Tus ojos se abrieron cuando el aire fresco del tren golpeó tu coño desnudo, mirando hacia abajo para ver los restos de tus bragas caer de su mano. Tus bragas habían desaparecido, no, se habían desintegrado. Debe ser su peculiaridad. No te atreviste a preguntar si funcionaba igual en las personas. En cambio, te congelaste, solo te estremeciste cuando llevó un dedo a tus labios hinchados ahora expuestos.