headcanon's de 👐shigaraki 👐

Expectativas 2: celos

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Dubcon, secuestro, mommy kink, yandere, violencia, exhibicionismo, mención de infertilidad

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Cuando captas la atención de un extraño, Shigaraki decide recordarte a quién perteneces.

Cerraste los ojos por un momento, disfrutando del calor de la luz del sol mientras besaba tu piel. Había pasado tanto tiempo desde que te habían permitido salir. Tu buen comportamiento te había llevado lejos. Jugando en el papel, Tomura quería que finalmente lo convencieras de que podía confiar en ti lo suficiente como para dejarte salir con él. Le habías dicho que solo querías pasar un buen día con tu bebé. Que ustedes dos pudieran ir juntos al parque y a la tienda de comestibles, donde elegirían ingredientes frescos para prepararle una buena comida. Un niño en crecimiento como él necesitaba comer algo más sustancial que los fideos y curry preenvasados que llenaban los estantes de la habitación de la que eras prisionero. Se mostró reacio, pero finalmente cedió.

Caminaste con tu brazo unido en el suyo mientras te abrías camino por la bulliciosa calle de la ciudad. Mantuvo su capucha hacia abajo y sus puños en el bolsillo delantero de su sudadera con capucha. No dijo nada, lo que no te molestó, ya que te dio la oportunidad completa de disfrutar de la escena que te rodeaba. Los hombres de negocios en traje que pasaban apresuradamente, el sonido del sistema de megafonía anunciando el próximo tren en la estación cercana y el olor a masa chisporroteando en una sartén taiyaki mientras caminabas junto a un vendedor ambulante. Querías memorizar cada detalle de ella. Esperabas que esta salida significara que habría más en el futuro, tal vez incluso en las que pudieras ir solo. Pero Tomura era volátil, especialmente cuando se trataba de ti. Aunque se había calmado significativamente ahora que jugabas con sus deseos, aún tenías que tener cuidado de no molestarlo si querías tener más oportunidades como esta.

Podías ver el lindo logotipo de pingüino de la tienda de comestibles asomándose al final de la calle. Incluso te perdiste escuchar el pegadizo tema musical que siempre tocaban dentro. Te recordaba cuando pasabas a comprar un bento antes del trabajo, o cuando obseguías ingredientes para cocinar una comida para tus amigos. Recuerdos de días pasados. No podías esperar que los volvieras a ver; Sería demasiado cruel. Sabías mejor que imaginar una vida sin Tomura ahora.

Un tirón contra tu brazo te sacó de tus pensamientos cuando Tomura se había detenido en seco. Giraste la cabeza para mirarlo y puro pánico corrió a través de ti cuando tu mirada se encontró con la suya. Sabías esa mirada en sus ojos demasiado bien. Pinchazos rojos te devolvieron la mirada, moviéndose entre tú y en algún lugar a tu izquierda. Giraste cautelosamente la cabeza, curioso en cuanto a lo que estaba mirando que lo había excitado tanto. Miraste a tu alrededor, aparentemente nada fuera de lo común, hasta que notaste que un hombre te miraba con miradas. Se apoyó contra la pared fuera de una tienda, con un cigarrillo entre sus dos dedos. Sus ojos recorrieron tu cuerpo antes de guiñarte un ojo. Sentiste que Shigaraki se ponía rígido, sacando su mano del bolsillo y agarrándote del brazo con fuerza. Casi te tropiezas cuando te arrastró detrás de él. Él te llevó al callejón detrás de una tienda de conveniencia, alejándote del extraño y lejos de tu día prometido.

No importa lo bueno que fuera contigo, siempre encontrarías una manera de molestarlo. ¿Qué pensaste que pasaría si actuaras de manera linda e inconsciente? Tenías que haber sabido que captarías el interés de tipos así. ¿Es eso lo que querías? ¿Querías ir a follar a un tipo al azar y dejarlo atrás? ¿Salir corriendo con otra persona y reírse de él por pensar que alguna vez sería suficiente para ti? No. Shigaraki se negó a permitir que eso sucediera. Fuiste suyo y siempre lo serás. Habías hecho un gran progreso al aceptar tu situación, al finalmente mostrarle la calidez y el amor que había sabido que habías sentido por él todo el tiempo. Pero los deslices estaban destinados a suceder. Está bien. Se dijo a sí mismo. Solo necesito recordarle a quién pertenece.