1. Un amigo para Gun

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Gun necesitaba un amigo y su madre lo sabía mejor que nadie.

La mudanza desde su pueblo natal hasta la enorme y ruidosa capital, no había sido un cambio fácil para su pequeño hijo, así como el divorcio y el nuevo empleo. Godji manejaba la situación lo mejor posible, con un empleo de tiempo completo, un hijo de apenas seis años, trámites de divorcio y muy pocas horas de sueño.

Sin embargo, Gun era suficiente impulso para continuar a pesar de las dificultades. Era todo lo que Godji, necesitaba para despertar al día siguiente y seguir dándolo todo.

Gun, tenía una excelente niñera. Siempre lo mantuvo limpio, alimentado y muy contento, jugaban y cantaban canciones, le enseñaba el abecedario, a colorear y sobre todo le contaba historias maravillosas. —Gun amaba las historias sobre brujas, hechizos y encantamientos. Su historia favorita era La Bella y la Bestia. Pero Godji sabía, que a pesar de todo lo que Jennie pudiera hacer por Gun, el niño necesitaba salir a jugar con otros pequeños de su edad, conocer gente, ensuciarse de lodo y rasparse las rodillas, no podía estar siempre solo y encerrado entre cuatro paredes.

Sin embargo, con la custodia en juego y viviendo en un edificio donde los únicos vecinos eran una pareja de avanzada edad, ir a la escuela o jugar con otros niños del vecindario, no era una opción viable en ese momento.

Una tarde de viernes, al regresar de un viaje en un pueblo cerca de las montañas, el autobús tuvo que parar debido a un accidente en la carretera. Godji vio, a través de la ventana, un pequeño niño que lloraba, abrazándose a sí mismo, tratando de protegerse de las gotas de lluvia que se precipitaban sobre él. De inmediato el instinto maternal de Godji la hizo bajar del autobús, a mitad de la lluvia, para ayudar al pequeño.

Ya estando frente a él, Godji sintió mucha pena por el pequeño, al parecer había caminado mucho, pues sus pies descalzos estaban sucios y llenos de heridas. Por sus ropas, ella intuyó que el niño venía de las montañas.

Cuando le preguntó su nombre, él no contestó,

—¿Dónde están tus padres? —Solo una mirada penetrante y triste, obtuvo como respuesta.

—Vives cerca de aquí? —Una negativa, moviendo la cabeza a ambos lados

—No tienes familia? —Lágrimas y una nueva negativa.

—Te gustaría venir a casa conmigo? Preguntó la mujer y el niño con sus ojos llorosos y carita sucia, bajó y subió la cabecita, dando su aprobación.

De inmediato, ella, supo que ese niño sería la compañía perfecta para Gun.

Godji como madre sintió tanta pena por el menor, no imaginaba por la cantidad de cosas que podría haber pasado. Y así, sin siquiera imaginarse que lo que estaba a punto de hacer podría significar un delito, levantó su mano y pidió un taxi para ir a casa.

Ninguna pregunta que le hiciera ella sobre su familia y hogar, fue respondida, ni siquiera podía decirle su nombre, por lo que decidió llamarlo Off.

—¿No te presionaré, de acuerdo? Cuando estés listo háblame. —Le dijo tiernamente brindándole un cálido abrazo al pequeño.

El, dio un pequeño tirón al ribete de su abrigo y con sus deditos le indico que tenía 4 años.

Gun y Off se volvieron inseparables.

No era de extrañarse encontrarlos dormidos en cualquier rincón de la casa, presas del cansancio. El pequeño Gun, dormía con Off todos los días, en la misma cama y mientras él abrazaba a su perrito de peluche, Off, abrazaba un pequeño osito que Gun le regaló el día que llegó a su hogar. Gun siempre guardaba de su comida para darle un poco a Off, pues siempre fue tan delgado que Gun creía que necesitaba engordar porque de lo contrario no le podría seguir el paso al momento de jugar. Se escondían de los truenos que tanto asustaban a Off y Gun lo abrazaba de manera sobre-protectora bajo las sábanas hechas un pequeño fuerte dentro de la habitación.

Just OffGun - H.A #35Donde viven las historias. Descúbrelo ahora