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-Hijo de su puta madre... no Izuku... su madre es alguien muy buena y no puedes hecharle la culpa... pero ¡¿que diablos hace?! A quien se le ocurre volver después de 6 años... ¡¿quien se cree que es?!- Izuku seguía murmurando mientras Shoto llegaba a la sala. Parte de él se sorprendía por la capacidad de Izuku y decir palabrotas, era la primera vez que lo oía hablar así. Viendo como el omega de estar cansado paso a estar estresado en segundos. Eso lo preocupo. Quien fuera ese alfa fuera de la casa tenía algo que ver con Izuku, todo apuntaba a que era su antigua pareja.

-Izuku... quie...- no pudo hacer la pregunta. Con solo ver esos ojos esmeralda reflejando tanta angustia fue suficiente para detenerse -¿quieres que me quede? Con ese loco fuera, no se si es buena idea que te quedes solo-

Izuku lo pensó, sabía que Kac... Bakugo no le haría daño, más de lo que hizo. Simplemente se digno asistir, no quería estar solo en ese momento.

Mientras Shoto preparaba la habitación para descansar los dos, Izuku tomaba un baño. Desde que llegó del trabajo no había tenido oportunidad de hacerlo. Una vez solo con sus pensamientos, estos viajaron al cenizo que se había aparecido. Parte de él odiaba el hecho que volviera, su parte más racional decía que hizo bien por mandarlo al carajo. Pero otra parte de él, una que no ha tenido contacto con el por mucho tiempo, se alegraba de tenerlo cerca, saber que estaban nuevamente en la misma ciudad. También estaba un poco triste y molesto consigo mismo por dejarlo en la calle. ¿Estaría con sus padres? Lo dudaba. ¿Tal vez con un amigo? Era más probable.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por toques en la puerta.

-Izu... ¿estás bien? Llevas mucho en el baño-

-Si, Sho, ya salgo-

Izuku se da unos golpecitos en los cachetes. Tenía que concentrase. Que volviera el cenizo o no no le debería importar. Su mente y corazón pertenecían en otro lugar.

Se hizo camino a la cama donde Shoto lo esperaba leyendo un poco. Izuku se acomodo y pego su cuerpo al del alfa pidiendo silenciosamente que lo acurrucara. Shoto entendió el mensaje, y no duda en tomarlo entre sus brazos.

No hablaron enseguida, simplemente se embriagaron de la presencia del otro. Izuku sentía una opresión en el pecho, no quería sentirse así.

-Fue él- se dignó a decir, Shoto no dijo nada, lo dejo continuar -Mi antigua pareja... el padre de Itsuki...-

Shoto lo aprieta, sintiendo que si no lo hace Izuku llegaría a destrozarse -No tienes que contarme si no estás listo- dijo mientras le besa la frente -Esperare por ti. Siempre-

Izuku aguanta sus lágrimas, no quería llorar. Ya muchas lágrimas había derramado por un caso perdido. No se permitiría seguir llorando, no por alguien que lo había abandonado.

Así que se enfocó en quien estaba abrazándolo, brazos que los sostenían y el aroma de una person que si lo quería. Alguien que sabía daría la milla extra y esperaría por él. Siempre esperaría por él. Pero al mismo tiempo ¿Así no era él también? Decidido, y atento. Pendiente siempre de él.

No.

No es lo mismo.

Con eso se entrega a Morfeo. Enredado en pensamientos.

...

¿Donde estaba? No lo sabía. Solo veía una eternidad de azul y verde. Caminó un poco para matar el tiempo. Hasta que se encontró con algo curioso.

Su reflejo.

Pero se veía diferente. Algo de él faltaba pero no sabía que era.

-Vuelve- decía.

Yo soy TU alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora