Yo soy TU alfa

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Katsuki miraba por la ventana cómo le pasaban a la gente insignificante de la calle. Su mente estaba llena de nada y todo. Estar en ese auto con la alfa le era estresante aunque tratara de disimularlo. Prefería mil veces a su madre Masaru. Él siempre fue más tierno con Katsuki, pero con la reacción que tuvo en la casa de Izuku se preguntaba si seguiría igual.

Después de unos 20 minutos en auto llegaron a su destino. Katsuki pudo pensar mil cosas, podían ir a la casa de sus padres, un parque o hasta en la misma carretera de un lugar cualquiera. Jamás se imagino que su padre lo llevaría a un cuartel de policía.

-Tienes 1 minutos para explicarte o te juro que entro ahí y te denuncio por un ataque an omega. Y como me imagino no tienes ni un centavo para pagar un carajo te quedarás ahí detenido porque ni tu madre ni yo te sacaremos de detención. Y me aseguraré que ninguno de tus amiguitos venga a sacarte. Eso si todavía tienes-

Katsuki desvía su mirada entre su padre y la comisaría.

-Estás loca- empezó, Mitsuki hizo el aguaje de bajarse, pero Katsuki continuó -Mis razones son fáciles, quiero volver con De... Izuku y mi hijo-

-¿Qué te da el derecho a llegar aquí a reclamar algo como eso?- le dijo sería.

Katsuki no encontró su mirada, se sentía un poco hastiado con todo y apenas eran unos días. Pero sabía que se lo merecía. Sabía que no había nada que hiciera o dijera que cambiara lo que pasó.

Mínimo podía intentar.

-No tengo derecho. No soy idiota, se lo que hice, pero no pensé que se iría a tal magnitud. Consulte con un doctor antes de irme, dijo que Izuku estaría bien después que...-

No podría terminar esa oración. Solo con pensarlo le hacía sentir más escoria.

-Después que no estuviera embarazado- terminó de decir su padre. Él se limitó a asentir.

-Solo quería un cambio, he estado toda mi vida con Izuku. Lo amé y lo amo, no se trataba de conseguir pareja o de serle infiel. Solo quería ver un mundo diferente, donde podría hacer lo que me venía en gana y disfrutar un poco el tiempo que tengo. Suena egoísta, avaro y cobarde, lo se, pero algo en mi deseaba ser libre. Pude hablarlo con Izuku y lo intente pero cada que le sacaba el tema el se mostraba desinteresado. O cada vez que le mencionaba mudarnos o tomarnos un tiempo siempre cambiaba el tema. Sabía que no le gustaba la idea, Izuku es muy apegado a los que ama. No iba a dejar a su madre ni amigos en un millón de años. Así que no sabía que más hacer. Me di cuenta que en la lista de prioridades de Izuku yo quedaba en último y eso de cierta manera me molestaba. Tuve el viaje de negocios con Cami, eran dos semanas en las que podía despejar la mente. Cuando llegó el tiempo de volver, ella volvió y yo me quede. Me ofrecieron trabajo en otro lugar y no lo pensé dos veces en decir que si. Me movieron de un lugar a otro, conocí gente, le fui infiel a Izuku si, me acoste con gente. Me emborrachaba, iba a fiestas, me drogue en una ocasión y casi mato a alguien. Me desconecte totalmente de la realidad. Para cuando abrí los ojos ya había pasado mucho tiempo y no sabía si Izuku me aceptaría pero tenía que intentarlo. Tenía que ver que estaba bien. Así que... aquí estoy-

Mitsuki se quedó impactada, no podía creer lo vil que su hijo podía ser algunas veces. ¿Qué se supone que pensara? ¿Qué lo hizo todo por aburrimiento? No sabía si eso lo hacía peor.

-Entiendo que tuvieras ganas de irte y viajar, te diría que hasta yo tengo ganas algunas veces. Pero ¿Por qué dejaste a Izuku de lado?-

Era lo que quería entender. ¿Por que irse y dejar todo lo que tenía? Un buen compañero de vida que lo trataba bien y con amor. Un nuevo integrante en sus vidas, se volverían una familia. ¿Por qué dejar todo eso por unos minutos en la fama?