Yo soy TU alfa

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Puede contar con una mano las veces que ha tenido un buen sueño. Recuerda perfectamente como era ser acurrucado entre unos brazos que lo hacían sentir protegido, el cálido sentimiento que emanaba al sentir la piel de alguien que lo amaba, confirmando su existencia y presencia en su vida, la seguridad de saber que sería eterno.

Que equivocado estaba.

Izuku abre los ojos, siendo bienvenido por el desorden que causó en la noche anterior. Se gira y pasa su mano por el área vacía de su cama, un sentimiento muy familiar lo acompaña. No le gusta. No soportaba el frío que le daba. Mira el reloj en su mesa de noche, seguian siendo las 7 de la mañana. No había pasado ni 20 minutos desde que se despidió de su hijo y Shoto para acostarse.

Tenía suerte que no tendría que ir a trabajar. La noche anterior no pudo dormir gracias a su omega y aunque tratara de descansar ahora, estaba muy despierto como para volver a dormir. Así que se dedica a limpiar su desorden. Barre, mapea, recoge y separa las cosas que tiene arreglos de las que va a botar. Una vez termina con su cuarto nota que no era mediodía aún, así que decide limpiar el resto de la casa. Limpia los baños, recoge los juguetes de su hijo, va a la cocina y la limpia un poco. Hace lo que sea para ignorar su incomodidad y desvelo.

Su teléfono suena por undécima vez, podía ver desde donde estaba su teléfono en la mesa de la sala y leer el nombre de quien le enviaba mensajes. Toma el teléfono para leerlos en la pantalla inicial.

SHOTO
Ya dejé a Itsuki en el colegio, no te preocupes, puedo buscarlo en la tarde si quieres. Dedícate a descansar y no te sobre esfuerces

SHOTO
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SHOTO
Encontramos este gatito en el camino y ahora no deja de seguirnos 🫣

SHOTO
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SHOTO
Le compramos comida y aparecieron más. Fue una emboscada 😧

MAMÁ ❤️🥰
Buenos días Izuku, mi vida.
¿Estás bien, mi cielo? ¿Necesitas algo?

SHOTO
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SHOTO
Hay soba frío hoy, te llevaré un poco en la tarde. ¿Has comido algo? Si necesitas que te lleve algo me avisas.

TÍA MITZUKI
Hola, Izuku, Masaru y yo estábamos en el centro comercial y le compramos un par de cositas a Itsuki. Espero no te moleste. Pasaremos más tarde a dejarlas, ¿sales temprano hoy del trabajo?

Izuku no quería preocuparlos más de la cuenta, pero antes de que pudiera desbloquear el teléfono para contestar, un nuevo mensaje llega.

SHOTO
No importa lo que pase seguiré a tu lado.

Puede sentir como sus cachetes se sonrojan, como sus ojos se llenan de agua sin derramar y su corazón acelerar. Las palabras de Shoto eran alargadoras, casi necesarias para él, pero había algo en él que le impedía confiar así de fácil en ellas.

Creyó fielmente en unas parecidas y lo mandaron casi a la muerte. No quería dejarse llevar sin una cabeza fría. Y aunque su pecho revoloteará por la mera ilusión de tener algo más estable con Shoto. Ahora estaba vacilando sus decisiones por la aparición del padre de Itsuki.

Y eso no era justo para ninguno de los dos.

Envío un mensaje a su madre y le aviso a Mitsuki que podría pasar en la tarde.

También le contestó a Shoto. Al enviarlo sentía como se mareaba y las náuseas lo atacaban. Tal vez debería sentarse y comer un poco. Sin embargo, no se podía sacar de la cabeza una duda.