Mi alma gemela {Narry Mpreg}

Nuevo en la familia

El amor es: el dolor de vivir lejos del ser amado. Anónimo.

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"¿Cuándo despertara?"

"No lo sé, Louis."

Tristan escuchó voces. Mantuvo los ojos cerrados mientras trataba de averiguar lo que estaba sucediendo. Trató de levantar un poco la cabeza, pero su cuello dolía.

La primera voz habló de nuevo. "¿Crees que recuerde todo?"

Reconoció esa voz. Ese era el hombre del parque. Se quedó inmóvil a medida que los recuerdos de lo que había sucedido antes de desmayarse pasaban por su mente. Al oír la familiar voz toda esperanza de haber sido rescatado por un buen samaritano se esfumó.

"Tal vez..." La otra voz calló de pronto. "Despertó."

Tristan abrió los ojos. Estaba tendido en un sofá en lo que parecía ser una sala de estar. Se dio cuenta de que era de día, aunque las cortinas estaban cerradas. Había dos hombres en la habitación con él, uno era el del parque, y otro a quien no conocía lo miraba con atención.

El hombre moreno desconocido le sonrió."Bienvenido a la tierra de los vivos."

El del parque -Louis, recordó- mantuvo la mirada baja todo el tiempo.

"Soy Zayn. Ya has conocido a Louis." Señaló al ojiazul a su lado.

"Louis." Tristan susurró. Una desagradable sensación comenzó a crecer en su estómago. Rozó suavemente sus dedos sobre la sensible piel de su cuello, sólo para encontrar dos marcas justo en la parte inferior. ¿Qué habían hecho con él? Pensó en estado de pánico. Recordaba todo. Como lo ataco, todo. Tenía que salir de allí.

Intento pararse pero cayó al suelo con un golpe sordo. Sus piernas no le funcionaban correctamente, las sentía pesadas y sus ojos le molestaban.

"Oye, tranquilo." El moreno se agacho e intento ayudarle, pero Tristan se alejó de su toque. "No vamos a hacerte daño." Su voz sonaba extrañamente preocupada.

Tristan se levanto como pudo y a tropezones trato de conseguir la mayor distancia entre ellos como le fuera posible. Diviso una puerta e intento llegar a ella, pero el moreno lo detuvo agarrándolo fuertemente por la cintura.

"Por favor, déjenme ir. No voy a decir nada, sólo déjenme ir. Por favor." Tristan rogaba a la vez que forcejeaba para intentar salirse de los brazos del otro, aunque era inútil, ya que era mucho más fuerte que él.

"Shhh." El moreno susurró. "Tranquilo, pequeño." Comenzó a acariciar con suavidad su cabello. "No pasa nada."

"¡Déjenme ir! Por favor." Tristan sollozaba.

El moreno se volteo, e intercambio una mirada de preocupación con Louis, a la que esta se encogió de hombros.

Zayn vio como algunas lágrimas caían del rostro del chico, y solo lo hacían verse más indefenso. Sentía la necesidad de protegerlo.

"No podemos dejarte ir." Trataba de calmarlo, pero el muchacho seguía tratando de salir de sus brazos. Era pertinaz, al igual que Louis.

"¡Por favor, no diré nada!"

"Escucha, no sé si sabes lo que somos, pero allá afuera está lleno de peligros para los de nuestra clase y ahora eres uno de nosotros, y si te dejamos ir, te mataran en menos de lo que piensas." Zayn le hizo verle a los ojos. "Sé que probablemente estés asustado, pero créeme, aquí nadie te hará nada. Y yo tampoco dejaré que alguien te haga daño."

El muchacho se fue tranquilizado poco a poco. ¿Por qué se preocupaba tanto por él? Ni siquiera lo conocía. "É-el, él me ataco." Murmuro con voz temblorosa, refiriéndose a Louis, quien estaba mirando la escena en silencio.

"Lo sé." Zayn lo miro con ojos tristes. "Pero él no te hará nada, lo prometo."

Un silencio sepulcral invadió toda la habitación. Después de lo que parecieron años, Tristan hablo.

"¿Ustedes son... v-vampiros?" Preguntó.

Zayn asintió. "Bueno, vampiro es un término para denominar a alguien difunto, que sale de su tumba por las noches para alimentarse con la sangre de personas vivas. Nosotros no somos así. No somos seres fríos y carentes de sentimientos, también amamos. Pero si, eso somos."

Tristan titubeo, como si no se atreviera a decirlo o no. "¿S-soy un vampiro también, cierto?

"Si." Zayn asintió. "No puedo obligarte a nada, pero, ¿te gustaría formar parte de nuestra familia?"

∞

El día de Harry no podría ir peor. Se había peleado con Niall, Liam le había gritado de nuevo (como si fuera una sorpresa), y se enteró de que tenía un nuevo hermano. No era que tenía algo en su contra, era sólo que toda la atención de Zayn era para el recién llegado. Y no, no estaba celoso (bueno, quizás algo). Como sí fuera poco, su relación con Louis seguía siendo tensa. Con suerte se decían hola, y ya no compartían habitación.

Pero lo que realmente ocupaba su mente era Niall. Habían pasado tres días desde su 'discusión', y lo necesitaba. En verdad que lo necesitaba. Necesitaba oler su aroma, y tocar su suave piel. Necesitaba sentirlo bajo sus dedos.

Había ido a su apartamento a escondidas una vez, pero no lo encontró allí. También había estado llamándolo pero nunca atendía. Sólo esperaba que estuviera bien. Quizás estaba enojado con el.

Cuando fue a su apartamento, dejo sobre la mesa una rosa, para hacerle saber que aún le amaba.