Mi alma gemela {Narry Mpreg}

Mentiras y revelaciones

Harry estaba feliz. Bueno, solo en parte. Estaba feliz porque vio a Niall, pero su otra parte restante rozaba entre el miedo y la confusión. Miedo, por lo que esa gente iba a hacer con ellos, y confusión porque Niall estaba allí. En el fondo sabía la razón, pero se negaba a creerlo. Trataba de convencerse a sí mismo de que lo que vio no era verdad. Si no un simple truco de su cruel cerebro.

Lo último que llegó a ver fue a aquel hombre parecido a Niall decir algo, y a los hombres vestidos de negro cubrir la cabeza de los demás, antes de que todo se volviera oscuro. Por el movimiento, supo que los habían puesto en una especie de camioneta. No sabía hacia adónde iban, ni hace cuánto tiempo estaban en ella, pues había perdido toda noción. Lo único que sabía era que a su lado estaban Louis y Tristan, pero no sabía nada de Liam y Zayn. Esperaba que estuvieran bien.

∞

Después de lo que parecieron horas, la camioneta se detuvo. Escucho el sonido de puertas abrirse, y alguien lo tomo de la camiseta. Fue arrastrado hacia afuera, y cayó en un terreno de tierra dura. Un momento después, escuchó otro ruido sordo, y a Tristan gritando a su lado.

Lo levantaron y condujeron a través de un laberinto de pasillos que parecía ser bastante largo. Aunque no podía ver, Harry tomaba nota de cada vuelta y giro que daban.

Dejo escapar un gemido de dolor mientras sentía que las sogas en sus muñecas eran quitadas. Le quitaron las vendas de los ojos y se quedó sin aliento cuando la repentina claridad lo cegó.

Se encontró en una pequeña habitación completamente solo. La habitación era más bien una celda. Las paredes eran de piedra gris, y no había ventanas. Los únicos muebles que habían era un colchón fino en el suelo, junto con algunas mantas en el. Oyó pasos pesados alejándose, y después un portazo.

Había tantas cosas pasando por su mente, que se dejó caer contra la fría pared de piedra, negándose a llorar. Sacudióla cabeza con furia para deshacerse de las lágrimas. Llorar no iba a servir de nada, se dijo.

∞

"¡¿Dónde están mis hijos?!" Zayn gritaba con desesperación. Lo habían puesto en una celda y no tenía idea de donde estaban su familia. Golpeaba la puerta en medio de los gritos, aunque con su muñeca rota era difícil.

Siguió de la misma forma hasta que un sujeto alto y corpulento abrió la puerta, y le golpeo con dureza. Cayó al suelo del impacto, llevándose su mano sana al lugar dolorido.

"¿Dónde están mis hijos?" Exigió saber cuándo logro pararse.

El sujeto no respondió, en cambio, amenazo con golpearlo de nuevo si seguía con el escándalo. Pero Zayn no se iba a dejar doblegar tan fácilmente, por lo que cuando este se fue, continuo con el ruido.

Algún tiempo después, la puerta volvió a abrirse, y por un momento Zayn creyó que iba a recibir otro golpe, pero en su lugar entraron dos hombres arrastrando con ellos a un Liam inconsciente. Estos lo depositaron sobre el colchón en el suelo, y murmuraron algo como: "Todos aprenden", antes de marcharse.

Zayn se apresuró a ir junto a él. "¡¿Liam?!" Observo que su rostro tenía varias heridas y moretones. Las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos. 

Liam fue abriendo los ojos poco a poco.

"¡Zayn!" Este se abalanzó hacía el, envolviéndolo en sus brazos. "¡Mi amor! ¡Pensé que te había perdido!" Exclamó en su cuello.

"Estoy aquí, mi vida." Zayn murmuró.

Liam se alejo de su abrazo, y tomo su rostro en sus manos. "¿Que fue lo que te hicieron?" Murmuró mientras pasaba suavemente su pulgar sobre su labio partido. "Los hare pagar por esto."