Stories F1

10. Carlos Sainz: Ojos marrones

Carlos sonrió, llevaba horas hablando con Isa en ese restaurante, ella era todo lo que un hombre podía soñar, hermosa, divertida, amable y tenia un sin fin de cualidades que destacaban en ella.

Pero había un problema y eran sus ojos, pues cada vez que los veía, no encontraba en ellos esos dos orbes marrones que tanto lo volvían loco.

Observándola reír de uno de sus chistes malos, comenzó a reflexionar e irremediablemente cayó en las comparaciones, Isa tenia el cabello rubio y _________ era castaña, la piel de la mujer frente a el era mas clara, mientras que la de la latina tenia un hermoso color bronceado.

Ella era adorada por sus amigos, mientras que la latina, siendo tan reservada y tímida como era, únicamente solía llevarse bien con unos cuantos y por supuesto su familia, ellos adoraban a _________, mientras que ni siquiera les había presentado a Isa, no porque faltaran oportunidades, sino porque no lo sentía correcto, su casa estaba llena de recuerdos de la hermosa mexicana, llevar a su nueva conquista la haría sentirse como una intrusa ahí.

— Tal vez es hora de ir a casa. — sugirió la rubia, esperando una invitación.

— Si, claro, es un poco tarde. — asintió. — Lo lamento, se me ha pasado el tiempo, te llevaré a tu departamento.

— Esperaba que pudiésemos pasar un poco mas de tiempo juntos. — lo miró con una suave sonrisa.

— Me encantaría Isa, pero tengo que volar mañana a México. — se negó, abriendo la puerta del auto para ella, dándole una ultima mirada al restaurante, evocando con ello viejos recuerdos.

— Oh, bueno, esperaré a que vuelvas entonces. — sonrió.

Carlos puso la radio, intentando sacar las imagenes de _________ de su mente, aunque claro, todo fue un fracaso, la canción favorita de la chica sonaba justo en ese momento y aunque quiso quitarla, no se atrevió, solo disfrutó de su pequeño viaje al pasado.

— Esa canción es horrible cariño. — se burló el español, mientras _________ hacia un puchero con sus labios.

— Es hermosa, solo que tu no sabes apreciarla. — giró los ojos. — Ed Sheeran escribió una autentica obra de arte.

— Me encanta esa canción. — sonrió Isa, devolviendolo a la realidad.

— Es bonita. — se limitó a responder.

Estacionó el auto en el complejo de lujosos edificios, dándole una mirada a la rubia.

— Quisiera hablar contigo. — Isa acarició su rostro.

— ¿Tiene que ser ahora? Estoy agotado. — el la miró.

— No me tomará mas que algunos minutos. — sonrió. — Quiero que dejemos esto hasta aquí.

Carlos la observó entre asombrado y confundido, tratando de comprender lo que sucedía.

— Se que no me amas Carlos, lo veo cada dia en la forma en que me miras, siempre pareces desear que sea alguien mas quien está junto a ti y no yo. — sonrió con melancolía. — Llevamos meses saliendo y tu ni siquiera me has presentado a tus padres, tu conoces a los mios, no se presentaste ni a tus amigos, los conozco por una simple casualidad, se que hay alguien mas en tu corazón y no quiero competir con ella, me merezco mas que ser tu premio de consolación.

El español asintió, comprendiendo de lo que hablaba, aun sin decir nada, pues ella tenia la razón, _________ aun ocupaba su mente y corazón.

— No lo negaste. — sonrió. — Fue un placer conocerte Carlos, espero que puedas ser feliz.

La rubia besó su mejilla y se bajó del auto con el corazón roto, sabia que había hecho lo correcto pero aun así dolía como el infierno, ella si se había enamorado, ella si se había hecho ilusiones, pero sobretodo, ella esperaba que el español reflexionara y fuera tras ella, aunque eso no sucedió.

El español encendió el auto unos minutos despues de ver a la chica entrar a su edificio, mientras negaba, lo había arruinado y ella era una buena mujer, parecia tener la tendencia a lastimar personas.

Condujo directo hasta su casa, encontrándose con su familia cenando en ese momento, mientras el solo pasaba de largo, no tenia animos de nada, solo de dormir y así lo hizo, no pensó en nada por esa noche, solo durmió.

~•~•

GP de México

_________ observaba fijamente a Sergio, quien insistía en que lo acompañara junto a su familia.

— _________, Carola no va a asistir y los niños si quieren ir, por favor. — suplicaba su hermano mayor.

— ¿Sabes quien si va a asistir cierto? — negó ella. — Carlos estará ahí y yo no lo he visto desde hace un año, ¿que tal si lleva a su novia? Sabes lo incomodo que será para mi.

— No saldrás del hospitality de Red Bull si no quieres, además Charles estará ahí y Max tambien. — Checo sonrió. — Por favor, te divertiras, lo prometo.

— Bien. — asintió con una sonrisa.

— Excelente, volamos en dos horas.

La castaña asintió, tenia una mala corazonada, sentía que algo saldría mal.

•~•~

Las clasificaciones fueron buenas y _________ estaba mas tranquila, no se había encontrado aun con el español, por lo que se había relajado un poco, de igual forma no era como si hubieran terminado en malos terminos, incluso habían acordado ser amigos.

— Sergio, espera, no corras. — la castaña trataba de alcanzarlo, su hermano lo había dejado a su cargo mientras hacia un par de entrevistas.

El pequeño detuvo su carrera justo enfrente del hospitality de Ferrari, cuando chocó con uno de los pilotos.

— Hey amiguito. — el español lo ayudó a levantarse, justo cuando _________ llegaba hasta ellos.

El piloto la observó fijamente, lucia mucho mas hermosa que nunca, su cabello estaba mas largo y ahora era lacio completamente, sus ojos brillaban en contraste con el sol y un suave color rojo reposaba en sus mejillas, ella lucia realmente preciosa.

— Te dije que no corrieras Sergio. — lo regañó la castaña, percatandose al fin de la presencia del español e interrumpiendo sus pensamientos. — Lo siento Carlos.

— No te preocupes. — se obligó a responder, saliendo de su ensoñación. — ¿Como... Como estas?

— Bien, excelente... — respondió con una sonrisa nerviosa. — ¿Tu como estas?

— Muy bien, yo, todo está yendo bien... Si, no podría irme mejor, yo estoy en Ferrari ahora, mi sueño. — dijo rápido, golpeándose mentalmente al ver una divertida sonrisa en los labios de la castaña, ¿por que no solo se callaba y ya? — Me va... Me va bien.

— Me alegra saberlo. — la joven sonrió. — Sin duda el rojo te luce.

Las mejillas del español se tiñeron en un bonito color rojo al escucharla, mientras Charles, que los espiaba a lo lejos junto a Lando reía.

— También te va bien la chaqueta de Red Bull. — regresó el cumplido, sintiéndose un idiota, ¿por que no podía actuar normal frente a ella? Solo se estaba avergonzando a si mismo.

— Tia vamos. — el pequeño comenzó a jalar su mano, se había aburrido de estar en el mismo lugar.

— Yo, tengo que irme. — ella le sonrió. — Fue bueno verte Carlos.

El español asintió, observándola irse, mientras unas estruendas carcajadas sonaban tras el, sacándolo de du burbuja.

Negó, esos cabrones le pagarian caro haberlo espiado.

¡Gracias por leer!❤

¿Parte dos o que? ;)