Lo mismo de siempre

Capitulo 14: La cabaña

Franco se encontraba desde temprano en la cabaña arreglando cada detalle para que esa noche con Sara fuera perfecta, había pensando en que cocinar y hasta tenía un plan para sorprender a la castaña, quería que ella se sintiera feliz y deseada por él.

Franco aún tenía que ducharse y alistarse, ultimar algunas cosas que faltaban antes de esperar a Sara, estaba ansioso porque llegara la hora, necesitaba ya tenerla en sus brazos, necesitaba sentirla, recuperar el tiempo perdido.

(...)

Sara se había cambiado muchísimas veces de ropa, nada le convencía, sentía que no era acorde a la situación todo lo que sé había probado, decidió pedirle ayuda a Jimena, su hermana siempre le aconsejaba ese tipo de cosas.

- Este vestido negro con escote en v me encanta Sarita, además es pegado al cuerpo, resalta tus curvas - Dice Jimena emocionada

- Jimena tú crees que eso me quedara bien? - Pregunta Sara ya cansada

- Te quedará precioso Sara, debes mostrar tus atributos, sé que a Franco le encantará, además no demorará en sacartelo - Contesta su hermana y se hecha a reír

- Jimenaaa, me haces sonrojar boba, esta bien me lo pondré - Responde la castaña.

Sara procedió a vestirse, tomó el vestido negro con escote en v y detalles dorados, se coloco unos tacones aguja de color negro y se recogió el pelo en una cola alta. Estaba realmente preciosa, aunque no sabía que todo el tiempo que llevo arreglandose era tiempo perdido, Franco no la vería con ese vestido, por lo menos no, esa noche.

Tomó las llaves del carro, se despidió de sus hermanas y se dijo así misma "ya es hora, allí voy Franco Reyes", estaba apurada por llegar, conducía a toda velocidad por la carretera, sonreía al recordar que Franco no estaba con Ana y que ella había hablado con Daniel, ambos estaban libres y eso le encantaba.

Alrededor de una hora conduciendo llegó a la cabaña, aparcó en el estacionamiento, se miró en el espejo retrovisor y sonrió por última vez antes de bajar, la puerta estaba cerrada y las luces apagadas, aunque no totalmente, miro por una de las ventanas para ver si veía a Franco pero solo vio algo de luz y nada más.

Decidió entrar, al hacerlo se encontró con un montón de velas encendidas por todas partes, desvío su mirada hacia la mesa, estaba puesta, había dos copas y un champagne, al lado un ramo de rosas rojas con una nota que decía "Bienvenida mi amor, ve a la habitación y ponte lo que compre para ti, luego sigue el camino de flechas que te traerán a mi encuentro, no olvidarás jamás esta noche", Sarita sonrió y emprendió su camino a la habitación.

Una vez dentro encontró sobre la cama una bata blanca de seda, la tomó y sintió su aroma, tenía un perfume floral que a ella le encantaba, se quito el vestido, quedando solo en ropa interior y se coloco la bata, ya estaba lista para encontrarse con él, se encontraba nerviosa y ansiosa, Franco Reyes siempre lograba que ella haga locuras.

Salió de la habitación y comenzó a seguir las flechas, estas estaban señaladas por un cartel que Franco mismo había había diseñado, cada flecha decía una frase "ya queda poco" "apúrate necesito verte" "te estás tardando", la castaña comenzó a reír y a mover su cabeza de un lado al otro, llegó a la última flecha esta tenía escrito "la entrada al amor" y señalaba hacia una puerta.

Sara no dudo ni un segundo, entró y allí lo encontró, él la miraba sonriendo victorioso al saber que ella había seguido al pie de la letra sus instrucciones, Franco estaba dentro de un jacuzzi que tenía en la parte trasera del lugar, este tenía un techo abierto que dejaba apreciar el cielo estrellado, era una noche perfecta.

- Hola mi amor, estás hermosa - Dice Franco

- Franco Reyes, tú estás loco - Contesta la castaña mientras sonríe