El juego de las llaves

Vainilla no es el único sabor

Hola, aquí tenemos el segundo capítulo, gracias a quienes apoyan este historia.

Les comento que ya está escrito el final del "Oscura obsesión" y "Ángel de la noche", pero mi ordenador tuvo un defecto de fábrica, en cuanto me la regresen los subiré.

Ahora a leer...

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"Está comprobado que un 70% de las personas han fantaseado con tener sexo grupal, pero solo un 50% lo ha hecho realidad"

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El ambiente en el auto era bastante incómodo, el matrimonio Cassidy Swan ni siquiera se miraba, hasta que uno rompió el silencio.

Neal: El juego de las llaves, que estupidez- Dijo Burlonamente.

Emma: Sí- Se rio nerviosamente y presionó el botón para abrir la cochera- ¿Te imaginas teniendo sexo con Elsa? ¿O con Ruby? ¿O con Ivy? – Hizo una mueca al mencionar el nombre de la novia de Regina.

Neal: Dios no- Arrugó la nariz- Son hermosas, pero sería raro.

Emma: ¿Verdad? O imagínate que yo me acostara, no sé, con Graham, con Killian o, ya sabes, Regina- Se rio y gesticuló torpemente- Sí, sería raro- En su mente con la única que no se sentiría tan raro sería Regina, después de todo, no era de su grupo de amigos actuales.

Neal: Ya sé, esa Ivy está medio loca ¿No? – Se rio.

Emma: Sí, muy moderna- Estacionó el auto- Como que Regina también ¿No crees? – Su esposo asintió.

Ruby y Graham entraron a su casa sin despegar los labios.

Graham: Hoy que tenemos niñera, te voy a hacer tantas cosas mi lobita- Chupó el lóbulo de la oreja de su mujer.

Ruby: Y me dejaré atrapar sin resistirme mi cazador- Apretó el miembro de su esposo y ambos se sobresaltaron cuando se encendió una luz- Julieta ¿Qué pasó? – Preguntó al ver a la niñera despeinada y llena de pintura.

Julieta: Tengo que salir de aquí- Dijo histérica- No podré volver a cuidar a sus hijos.

Ruby: No, espérate Julieta, podemos- La mujer ya se había ido.

Graham: No te pongas loca Rubs, mira, vamos a conseguir una niñera de tiempo completo, es más...

Ruby: Sht cállate- Lo tomó de la camisa y lo besó apasionadamente.

Lo hizo caminar hacia tras con los labios pegados hasta que cayeron en el sofá.

Apenas entraron a su mansión, Elsa empujó a Killian al sofá más cómodo, se quitó la gabardina y se sentó a horcajadas sobre su marido.

Killian: ¿Qué haces? – Tragó saliva y la rubia lo besó apasionadamente y se quitó la blusa.

Elsa: Mejor pregunta lo que voy a hacer- Metió la mano entre sus cuerpos y masajeó el miembro de su esposo.

Se deshizo de la camisa de Killian y después de su propio sostén, el hombre acarició la espalda de su esposa y logró cumplir esa noche.

Ruby: Buen día Mérida- Saludó sonriente a la recepcionista al llegar al trabajo- Buenos días Emma.

Mérida: Buen día.