El primer patán

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Sin preámbulos, a leer... 

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"Los médicos recomiendan tener al menos tres orgasmos semanales, ya que estos aportan grandes beneficios de salud"

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Regina estaba revisando algunos trabajos de sus alumnos mientras estaba lista la lasaña que tenía en el horno.

El timbre de la puerta hizo eco en el silencioso departamento y miró el reloj de pared, se preguntó quién podría ser a esa hora, pero rápido rodó los ojos, seguramente era su vecina que quería que tuvieran sexo otra vez, la morena le había dicho que no volvería a pasar, solo fue una vez, cuando se acababa de mudar, pero la mujer seguía intentando meterse nuevamente en sus pantalones.

Regina: Amber, te dije que- No terminó porque una rubia que no abandonaba sus pensamientos la empujó al interior y la besó desesperadamente- ¡Wow! No me quejo, pero ¿Qué pasó?

Emma: Sin charla, Mills- Cerró la puerta de una patada y empujó a la morena contra el escritorio y se metió entre sus piernas- Quiero coger- Se quitó la blusa e inmediatamente sacó la playera de la morena dejándola en topless- Te deseo tanto- Llevó sus manos a la cremallera del pantalón de la morena.

Regina: Hey, hey, hey- La detuvo- Así no, mejor vamos a hablar- Le costó trabajo no dejarse llevar, pero la rubia parecía abrumada por algo- Lo que sea que te pase, no se te va a quitar cogiendo- Tomó su playera y se la puso a la rubia que refunfuñaba, pero estaba conmovida por la noble actitud de su amante- Ponte cómoda en lo que voy por otra playera.

Emma: Haz eso, porque si no, no respondo- Se mordió el labio viendo los pechos llenos y el estómago tonificado de Mills.

Ya con una playera igual a la de Emma, pero de otro color, se sentó al lado de la rubia y la abrazó de lado antes de colocar un beso en su sien.

Regina: Ahora sí ¿Qué pasó?

Emma: ¿Te parece justo qué mi hija me rechace y me haga sentir como mierda, cuando lo único que quiero es que podamos estar juntas?

Regina: Oye, tranquila, todo se va a solucionar- Alisó su espalda y Swan disfrutó el afecto.

Emma: ¿Cómo sabes eso?

Regina: Estoy aprendiendo a tratar con adolescentes todos los días, incluida tu hija, Macky es una buena chica, te ama, te admira, pero es una adolescente, una que, además está enojada por la situación que están pasando.

Emma: Ella también estaba enojada contigo y te perdonó muy rápido ¿Por qué no puedo hacer lo mismo conmigo y con Neal? Incluso con Elsa- Suspiró.

Regina: A mí no me conocía, solo me había visto un par de veces en su vida cuando todo colapsó, en cambio, Tú, Neal y Elsa son las personas que más ama desde que nació, por eso está tan herida ¿Tiene sentido? – La rubia asintió.

Emma: Realmente has madurado, me alegro de que mi hija te tenga cerca- Sonrió dulcemente y la morena se derritió- Regina ¿Quién es Amber? – Una vez que se tranquilizó, recordó que la morena pensó que era otra persona.

Regina: Uh, una vecina- Sonrió con nerviosismo.

Emma: Una vecina a la que te coges- No fue una pregunta y su mirada se empañó.

El juego de las llavesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora