El juego de las llaves

Odio el juego de las llaves

Hola gente, en este capítulo habrá un salto en el tiempo de seis meses y está más centrado en Emma, sin olvidar a los demás personajes, espero lo disfruten.

Buena lectura 😉

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"Las mujeres llegan a incrementar su actividad sexual hasta en un 30% en las noches de luna llena"

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Regina: Emma, ven pasa- Le dijo desde la puerta con una hermosa sonrisa.

Emma: Wow, es hermosa, es como un sueño- No sabía si lo decía por la casa o por la imagen de la morena sonriendo.

Regina: Sabía que te iba a gustar, mira, ven- La tomó de la mano y la arrastró por el pasillo- Aunque la sala es muy amplia, es muy acogedora- Le mostró el lugar.

Emma: Sí, se ve muy acogedor- Miró el enorme sofá y se mordió el labio inferior cuando su mente se imaginó montando a Regina allí.

Regina: Ahora si quieres, podemos ver la cocina que está completamente equipada- Hizo una pausa mirando los labios de la rubia- O también, podemos ver la terraza- Abrió una gran cortina corrediza- Con alberca y con jacuzzi- Señaló.

Emma: Wow, sí, definitivamente puedo ver que está muy bien equipada, esta terraza está espectacular- Salió para ver más de cerca y cuando se giró, casi choca con la morena- De verdad me puedo imaginar despertando todas las mañanas aquí.

Regina: Emma, no metas imágenes en mi cabeza- Sonrió seductoramente- Porque no voy a poder dormir.

Emma: Regina ¿Por qué me trajiste aquí?

Regina: ¿No te gusta? – Frunció ligeramente el ceño y a la rubia le pareció adorable.

Emma: Sí, me encanta, pero no puedo pagar esto, no me alcanza con lo que gano- Suspiró.

Regina: Claro que sí, tú puedes tener todo lo que quieras, Emma, tú puedes tener todo lo que desees- Le susurró y la rubia se estremeció.

Emma: ¿Ah sí? – Mills asintió- ¿Y si quiero tenerte a ti? – Acercó su rostro al de la morena, dejando sus labios a pocos centímetros.

Regina: ¿Eso es lo que quieres? – Preguntó con voz ronca y la rubia sintió el cálido aliento.

Emma: Siempre te he querido a ti Regina- Iba a conectar sus labios, pero se escuchó el timbre- Estás tocando.

Regina: No, no, no, es tu imaginación- La tomó por la cintura y unió sus labios en un beso apasionado que debilitó las piernas de la rubia.

Emma: Sí están tocando el timbre- Refunfuñó cuando el sonido las interrumpió.

Regina: No importa- Sonrió y la volvió a besar, para poco después volver a escuchar ese molesto sonido.

Emma: Carajo- Se levantó de la cama interrumpiendo su fantasía, se puso una bata y fue a ver quien demonios era- ¿Ustedes quienes son? – Preguntó a una pareja joven con un bebé.

Pablo: Soy Pablo y ella es mi esposa Laura, somos los nuevos dueños del departamento, el señor Cassidy me dejó las llaves, nuestro camión de mudanzas ya viene- Le dio el pase a su esposa.