[Finalizado] VOLVER A ANTES DEL DIVORCIO (Renacimiento)

CAPÍTULO 10: Vida Diaria

<<<De antemano pido disculpas por cualquier error que encuentren, hoy no tuve tiempo de volver a leerlo correctamente, gracias>>>

     A la hora de salir del trabajo. Ling Xicheng esperó a Li Mo durante mucho tiempo, pero no apareció y tampoco respondió al teléfono. Ling Xicheng estaba un poco preocupado porque Li Mo todavía no estaba contento con los asuntos de la tarde, así que bajó a la oficina de Li Mo para encontrarlo. La puerta estaba abierta, Ling Xicheng la empujó y, tan pronto como entró, vio a Li Mo recostado en la silla, durmiendo.

     Li Mo durmió profundamente, sin saber que ya había una persona más en la oficina. Apoyado en el respaldo de la silla, inclinó ligeramente la cabeza,  la chaqueta del traje que se quitó quedó colgada en uno de los reposabrazos. El mentón levantado tensaba la piel del cuello y dibujaba un frágil arco, y más abajo, una hermosa y esbelta clavícula quedaba expuesta en medio del escote ligeramente abierto, una mano colgaba a un lado del cuerpo y la otra estaba colocada casualmente en el abdomen. El sol poniente teñía la piel clara de Li Mo con un toque de color seductor, con una belleza decadente y una tentación inusual.

     Ling Xicheng se acercó en silencio a Li Mo, su voz baja era algo ronca.

     —Li Mo, despierta, es hora de salir del trabajo. 

     Li Mo escuchó vagamente una voz suave y baja sonando en sus oídos, como para despertarlo,

     —Mmm… —susurró Li Mo, su cerebro no estaba completamente despierto, por lo que abrió los ojos, preguntó un poco confundido—. ¿Qué hora es?

     —Son casi las siete —respondió Ling Xicheng, no pudo evitar pellizcar la mejilla de Li Mo. 

     —Todavía es temprano... déjame dormir un poco más. 

     Li Mo se acondicionó reflexivamente para sostener la mano hostigadora en su rostro, pero el tacto era tan cálido que Li Mo no pudo evitar acercarse y frotarse contra la cálida palma de la mano.

     —¡Tú! Se está haciendo tarde —dijo Ling Xicheng. 

     Al ver los pequeños movimientos tiernos de Li Mo, el corazón de Ling Xicheng también se suavizó.

     —Despierta, ¿Estás cansado?, vamos a casa a dormir, te va a doler el cuello si te inclinas así —susurró Xicheng en el oído de Li Mo, y trató de enderezar su cuello

     —Me duele, no muevas mi cuello todavía —dijo Li Mo. 

     Ha estado apoyado en la silla por un tiempo, con el movimiento de Ling Xicheng, parece que todo el cuello no es suyo, llegó un dolor indescriptible, Li Mo se congeló y no se atrevió a moverse, todo su cuerpo se despertó al instante.

     —Está bien, está bien, te ayudaré a masajear. ¿Por cuánto tiempo has estado durmiendo así? ¿No tienes miedo de resfriarte? —dijo Ling Xicheng, ver la rara apariencia infantil de Li Mo lo hizo reír, dejó que Li Mo se apoyara en sus brazos, y masajeó lentamente su cuello—. ¿Te sientes mejor ahora? 

     —Mmm… —susurró Li Mo 

     Li Mo, que ya se había despertado, se sintió un poco avergonzado. La mano de Ling Xicheng era muy cálida, y sus dedos delgados y poderosos acariciaron su cuello con fuerza moderada, haciendo que él, que acababa de despertarse, quisiera seguir durmiendo.

     —Cuando te despiertes, haz las maletas, ponte el abrigo, y nos iremos a casa. 

     —Lo siento, estaré bien pronto —dijo Li Mo, se levantó rápidamente, recogió los dibujos de diseño esparcidos por toda la mesa, dudo un rato, pero decidió no llevar su trabajo a casa, y se puso el abrigo—. ¡Vamos!