[Finalizado] VOLVER A ANTES DEL DIVORCIO (Renacimiento)

CAPÍTULO 39: Transformación

     —Por cierto, ¿Dónde dormiré por la noche? —preguntó Zhang Huiran, después de despedir a su hermano menor, Zhang Huiran sintió un poco de sueño, abrazó a Wenli, se frotó la mejilla. 

     —¿Dónde quieres dormir? —preguntó Wen Li, volvió la cabeza y lo miró, es lo suficientemente bueno que no lo aleje, ¿Cómo podría avanzar más?

     —Por supuesto en…—dijo Zhang Huiran, hablaba a medias y rápidamente cambió sus palabras cuando vio que la cara de Wenli no era muy buena—. El sofá.

     —Bueno, ¡entonces deberías darte prisa! —respondió Wenli a la ligera, se dio la vuelta, entró en la habitación, luego cerró la puerta.

     De pie en la puerta, Zhang Huiran se sintió un poco melancólico. Después de finalmente encontrarlo, la reacción de su nuera fue realmente fría. Efectivamente, el guión era una tontería. Abrazarse y llorar, besarse y luego tener sexo es imposible en la realidad. Zhang Huiran estuvo aturdido por un tiempo y decidió acostarse en el sofá. Tuvo que ponerse al día con varios anuncios durante el día y no comió bien en la recepción por la noche. Había jugado con Wenli durante mucho tiempo y estaba exhausto.

     Relajado y acurrucado en el sofá, Zhang Huiran se sintió muy a gusto, y el corazón que había estado colgando durante 4 años finalmente se soltó hoy. Rodeado por el aliento de Wen Li, Zhang Huiran cerró los ojos y se durmió. Después de mucho tiempo, la puerta del dormitorio se abrió lentamente. Wenli salió en silencio sosteniendo una colcha.

     Bajo la luz de la luna, los rasgos faciales de Zhang Huiran se volvieron cada vez más hermosos, Wenli lo cubrió con la colcha y le acarició la cara. 

     —¡Idiota! —maldijo Wenli en voz baja, bajó el cuerpo y hundió la cabeza en el cuello de Zhang Huiran.

     Zhang Huiran, mientras dormía, de repente sintió un peso familiar en su cuerpo. Suspirando levemente, sin abrir los ojos, abrazó a Wenli con fuerza en sus brazos, le dio unas palmaditas en la espalda para consolarlo. 

     —No llores —dijo Zhang Huiran, su voz ligeramente ronca era particularmente suave por la noche. Wenli no habló, pero su cabeza enterrada en sus brazos se inclinó con fuerza de nuevo.

     Cuando Wenli se despertó al día siguiente, se encontró acostado en la cama. Buscó a tientas las gafas que había junto a la cama y se las puso. Oyó vagamente a alguien caminando fuera de la puerta. Wenli recordó de repente que Zhang Huiran regresó anoche. Inmediatamente se levantó, se puso las pantuflas y abrió la puerta sin siquiera lavarse la cara.

     Cuando Zhang Huiran se despertó, Wenli todavía estaba profundamente dormido, al verlo despertarse ahora, Zhang Huiran no pudo evitar inclinarse para besarlo.

     —Bebé, ¡estás despierto! Cambiate de ropa y comamos.

     —De acuerdo… —dijo Wenli, se frotó la frente, no evitó su intimidad, señaló el desayuno en la mesa y preguntó—. ¿Lo hiciste?

     —¡De hecho! —dijo Zhang Huiran, ¡debe considerarse que lo hizo él mismo!

     —¿Lo es? —preguntó Wenli, bostezó perezosamente, levantó ligeramente las cejas y lo miró.

     —Oh… —dijo Zhang Huiran, inmediatamente cambió sus palabras en voz baja—. Fue enviado por Huiqing en la mañana.

     —Oh, entonces por qué no te fuiste con él, ¿Qué haces todavía aquí?

     El tono de Wenli fue un poco incómodo, no pudo controlar sus emociones anoche y en realidad salió corriendo en secreto para abrazarlo y llorar por un rato, y fue descubierto por el otro, y no sabía cómo se quedó dormido al final.