[Finalizado] VOLVER A ANTES DEL DIVORCIO (Renacimiento)

CAPÍTULO 68: El Polvo Se Asentó (FINAL)

     Después de colgar el teléfono, el rostro de Li Mo estaba un poco pesado y rápidamente discutió el método específico con Yao Qi, quien lo acompañó.

     Ling Xicheng, que estaba encerrado, escuchó la conversación entre Zheng Yang y Li Mo y quiso advertir a Li Mo que no viniera, pero no pudo decir una palabra. Ling Xicheng sintió que le dolía la garganta como si estuviera en llamas, logró aguantar un rato, luego cerró los ojos y siguió durmiendo.

     Después de un tiempo desconocido, Ling Xicheng escuchó ruidos afuera. Luego se oyó el sonido de la puerta de hierro al abrirse. No mucho después, se dio cuenta de que alguien lo había abrazado y, cuando abrió los ojos, era Li Mo. Ling Xicheng quería decirle algo a Li Mo y quería preguntarle cómo llegó aquí, pero su condición física le impedía abrir la boca, por lo que solo podía cerrar los ojos adormilado.

     Li Mo se sintió muy incómodo al ver la apariencia de Ling Xicheng. Nunca antes había visto a Ling Xicheng tan débil y avergonzado. No ha visto a Ling Xicheng en dos meses, ha perdido mucho peso y sus mejillas sonrojadas debido a la fiebre alta lo hacen parecer débil. Al ver que la condición de Ling Xicheng no es buena, Mu Zhaohe, quien lo siguió, despertó rápidamente a Li Mo, que todavía estaba aturdido, y envió a Ling Xicheng al hospital con Li Xuan.

     Ling Xicheng abrió los ojos y se encontró acostado en la cama del hospital, viendo a su alrededor, no podía volver a sus sentidos. Cuando Ling Xicheng se movió, Li Mo, que lo protegía a su lado, lo notó.

     —¿Quieres agua? —preguntó Li Mo, tomó el vaso de agua a su lado, insertó una pajita y se la acercó a la boca a Ling Xicheng.

     Después de beber un poco de agua con la ayuda de Li Mo, Ling Xicheng finalmente se sintió mucho mejor. Aclarándose la garganta, extendió la mano para sostener a Li Mo y le preguntó

     —¿Por qué regresaste?

     Li Mo escuchó su pregunta, enderezó su rostro y dijo

     —Si no vuelvo, ¿Cómo crees que te rescatarían? ¿Por qué no me hablaste de algo tan grande?

     Al ver la mirada enojada de Li Mo, Ling Xicheng admitió cuidadosamente su error y dijo. 

     —No, temo que estés preocupado por mí, buen Momo.  Hace mucho que no te veo, ¿No me extrañas? No te enojes, ¿de acuerdo?

     Al verlo tratando de hacerlo feliz con una voz ronca, Li Mo se sintió aún más incómodo y se inclinó para abrazar a Ling Xicheng y hundió la cabeza entre sus brazos.

     Ling Xicheng estuvo en coma durante casi dos días, y cuando llegó al hospital esa noche, con una fiebre alta de casi 40 grados, Li Mo estaba casi muerto del miedo. 

     Mo Ziyuan se apresuró a buscar al director de medicina interna para que lo viera. Originalmente, debido a la fiebre alta, la condición física de Ling Xicheng no era muy buena. Junto con el hecho de que Zheng Yang le había inyectado drogas para adormecer los nervios, Ling Xicheng básicamente ni siquiera abrió los ojos en los últimos dos días. Li Mo estaba tan preocupado que no pudo conciliar el sueño, pero ahora que estaba despierto, Li Mo se sintió muy aliviado.

     Ling Xicheng le dio unas palmaditas en la espalda a Li Mo con la mano que no tenía colgado el suero, pero no habló. Después de dos meses, finalmente sostuvo a Li Mo en sus brazos nuevamente. Cuando Zheng Yang lo atrapó, estaba un poco asustado, también le preocupaba que Zheng Yang fuera lo suficientemente despiadado como para enterrarlo con él. Afortunadamente, Li Mo y los demás llegaron temprano, así que estaba bien. Al oler el suave aliento del cuerpo de Li Mo a su lado, Ling Xicheng se sintió muy aliviado, el agotamiento en su cuerpo no había sido eliminado, y Ling Xicheng se durmió nuevamente aturdido.