#El canto de la melancolía

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Autor: Andrea Valdovinos

Usuario de wattpad: AndreaValdovinos7

Relato: El canto de la melancolía.

Buenos Aires, Argentina.


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Ciudad del desvelo, del tormento y del desasosiego, donde mis demonios son parte de mi reflejo, dónde el señor tiene forma de un doctor, que me escucha pero no me comprende.

Parafrasea con proverbios del psicoanálisis, que la respuesta se encuentra en lo profundo de mi psique, no obstante, en el fondo sé, que dentro de la habitan más complejos que casos resueltos.

Ciudad que no duerme, dónde la noche y el día no conocen del sereno y el silencio, porque el ruido es presencia y el silencio es una depravación hacia el propio ser, las calles sin ruido son de peligro, cuánto menos cemento más inseguro se vuelve el camino.

Ciudad del arte, dónde cada calle oculta una historia diferente, cada edificación tiene un poder literario escondido en sus cimientos hasta sus rascacielos, dónde un tango como un trap urbano se vuelven parte de las sinfónicas de esta pequeña gran ciudad.

Ciudad donde los sueños se viven o se mueren, porque es un saber sabido que todos aquí estamos un poco locos, pero la locura es la fuente de enfrentarse al miedo y batallar por los sueños que nacen como un pequeño entretenimiento y se vuelve una pasión arrasarte, dejando al corazón cantar, a la orden de un bandoneón, con cada acordé, cambio en luz y de sazón.

Ciudad llena de luz que a los poetas nos inspira, este cóctel de misterio que nos invade con sus manitas e historias, dónde el individualismo está glorificado y costumbres que no son nuestras pero las hemos adoptado, como a todos aquellos que han llegado, nuestros hermanos adoptivos.

Y en la vista del puerto, nuestra puerta al exterior, nos llama, aquello que por el momento nos es desconocido, un horizonte, un porvenir, un nuevo despertar en el alba, a vuelo de un zorzal.

Nuestro sello de nacimiento son la tristeza y la soledad, porque nos conecta con aquello que nos remite al mero sentido de la existencia, nuestra dicha o nuestra desgracia en su bello esplendor.

Ya ves, no es casualidad haber nacido aquí, dónde las voces del alma y el corazón cantan, al ritmo del canto de la melancolía. 

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