# 10 pa' las 6

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Autor: Josmary P

Usuario de wattpad: @jakirasaga

Relato: 10 pa'las 6

Maracaibo, Venezuela

Aquel día resultó bastante monótono en la pequeña y acogedora cafetería ubicada en la ciudad de Maracaibo

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Aquel día resultó bastante monótono en la pequeña y acogedora cafetería ubicada en la ciudad de Maracaibo. Entre semana, el lugar era frecuentado por estudiantes universitarios, ejecutivos y también trabajadores de los institutos, bancos y empresas aledañas.

Los domingos, en cambio, eran casi muertos puesto que en ausencia de clases e instituciones financieras funcionando ern los días perfectos para holgazanear y eso Marcos lo sabía muy bien.

Sin embargo, aquel domingo fue todavía más aburrido de lo habitual, podía contarse con los dedos de una sola mano la cantidad de clientes que aparecieron desde las ocho de la mañana hasta casi las seis de la tarde, cuando estaba por cerrar.

—¡Qué molleja! Pa' esa verga no vengo a trabajar un coño.

Pese a la casi nula clientela, el olor del café recién pasado permanecía en el ambiente.

Faltando diez minutos para la hora de cierre, Marcos se desperezó y comenzó a apagar las máquinas, mientras que en cocina hizo lo propio su compañero, José.

—Marico, pero eso no lo decidís vos, ¿qué queréis, mardito, qué yo venga solo pa' esta verga? —contestó en un grito desde la cocina.

—¡Nojoda! Gran verga, cinco pelagatos en todo el día.

—¡Webon vos! Tais picao porque querías ver a Las Águilas, pa' un sevillo porque perdieron.

—¡Comé mierda! —le gritó Marcos en sentencia a su compañero.

Aunque Las Águilas del Zulia, el equipo de béisbol local, se rehusaba a alzar vuelo en la temporada, Marcos apoyaba al cual consideraba "el equipo campeón" y ¡ay de aquel que se atrevía a contradecirlo!

La campanilla en la entrada anunció a un nuevo cliente, justo cuando se disponían a retirarse y ambos intercambiaron una mirada de fastidio, pero fue Marcos quien abrió la boca para mascullar:

—Mardita sea.

Se volvió en su sitio hacia el nuevo cliente. Notó que se trataba de un chico con pinta de extranjero, su cabello rubio resplandecía bajo las luces del local, el sofocante calor típico de la ciudad le había sonrosado la piel y a través de la camiseta blanca entallada que traía, húmeda por el sudor, podía apreciarse un cuerpo bien trabajado. Mientras "el gringo" se abanicaba bajo el aire acondicionado de la entrada, usando un folleto que tenía en su mano, Marcos bajó la cabeza algo intimidado por la apariencia ajena «Naweboná, tengo que volver al gim», pensó al ver su propio vientre asomado encima del pantalón.

Cuando "el gringo" se ubicó en un asiento, Marcos fue con él para tomarle el pedido, notó el iPhone último modelo entre sus manos y pensó: «aquí lo que hay es billullo».

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2022 ⏰

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