Tú y yo hicimos una promesa, en las buenas y en las malas. No puedo creer que me hayas defraudado, pero la prueba está en la forma en la que duele.
Te he amado por muchos años, quizás yo simplemente no soy suficiente. Pero cuando me llamas amor.
Sé...
Besé dulcemente sus labios despidiendo a mi esposo, le sonreí cual estúpida enamorada mientras se alejaba hasta su auto atractivamente vestido en un traje gris con destino a su trabajo. Ese día en particular me dijo te amo de una forma que sonaba como si estuviera perdidamente enamorado luego de hacerme el amor. Quise reír por la ironía que me invadió al comparar el sexo que me dio con el que fue mi furtivo amante de una noche. Totalmente distintos y con un solo ganador.
Cerré la puerta con el silencio de la enorme casa invadiéndome detrás. Miré hacia la mesa del enorme comedor con el desayuno a medio terminar, suspiré ignorando aquello y me dirigí escaleras arriba con lentitud, encendí un cigarrillo mientras guardaba algunas de mis pertenencias dentro de mi bolso. El sonido del cierre me causo cierta sensación de saciedad.
Tal vez, ahora podía entender a mi esposo, el porque buscaba en otras mujeres el sexo que según yo no podía darle. Supongo. Por eso deje que aquel hermoso pelinegro me follara como nunca antes esa noche sintiéndose diferente y hasta lleno de adrenalina, pero jamás se volvería a repetir.
Mi paz mental junto a mi tranquilidad estaban primero, antes que todo estaba yo primero. Baje las escaleras con algo de dificultad hasta tener la valija en el suelo de planta baja. Tomé mi bolso colocando la correa sobre mi hombro. Un último vistazo a mi alrededor y la anteúltima calada antes de dejar toda esta mierda de falso matrimonio feliz que me invente. Abrí la puerta principal, aspire una última vez dejando caer el cigarro sobre la alfombra pisándolo con la suelas de mis costosos tacones.
Un taxi rumbo al aeropuerto me esperaba frente a la vereda. Mis ojos observaron la carta sobre el recibidor que escribí para mí querido esposo Kim TaeHyung antes de cerrar la puerta para siempre. Una carta contándole que lo abandonaba porque había descubierto sus infidelidades -todas con pruebas fehacientes- dónde le comentaba lo miserable e infeliz que me sentí al entender que sus bastas palabras de amor fueron mentiras. Que aunque me lo jurara, su corazón jamás fue mío. También contándole con lujos de detalle como otro hombre que no fue él me hizo delirar en el sexo pagándole con la misma moneda.
Le dije adiós para siempre y hasta nunca.
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El próximo capítulo va ser desde la perspectiva de TaeHyung. Será como un extra.
Cuidense mucho, tomen mucha agüita que está haciendo calor.
