When we were young - L.S.

DOCE - PASADO

"Yeah, I see us in black and white
Crystal clear on a starlit night
In all your gorgeous colours
I promise that I'll love you for the rest of my life"

Black and white, Niall Horan

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Louis iba a vomitar. Era una lástima, porque sus zapatos estaban nuevos y relucientes, pero no podía contenerse más. Su estómago era un amasijo de nudos que se apretaban cada vez más y le hacían sentir náuseas.

—Ni se te ocurra vomitar —lo amenazó Zayn. Estaba muy guapo con su traje negro, incluso más que de costumbre.

—No ayudas, Zayn —gruñó Louis con la voz estrangulada, tragando saliva.

—Como ensucies tu traje, Harry va a matarte. Y lo digo muy en serio. Niall ha tenido que sujetarle para que no asesinara a un pobre camarero que se ha acercado demasiado a la tarta.

Louis soltó un suspiro, imaginándose a su prometido paseando nervioso de un lado a otro mientras gritaba órdenes a diestro y siniestro.

—Sí, eso suena a Harry completamente…

Si Louis hubiera sabido el monstruo en el que se iba a convertir Harry al preparar su boda, jamás le habría pedido matrimonio. Habían tenido peleas interminables sobre el color de los centros de mesa (Harry los quería azules y Louis prefería el verde), sobre la distribución en el banquete (¿cómo iban a sentar al primo tercero de Harry con Liam? ¿qué hermana de Louis iría más cerca de él?), sobre la música de la ceremonia (no podía faltar "Still the one") y sobre otros cientos de detalles que ahora parecían insignificantes.

Porque hoy iban a casarse. Louis llevaba esperando a poner un anillo en el dedo de Harry desde hacía años, y por fin había llegado el día. Después de años soñando con aquel momento, antes de que se aceptara la ley del matrimonio homosexual, iba a casarse con el amor de su vida.

Louis se sentía tan nervioso que pensó que iba a vomitar de nuevo.

—Todo va a ir bien. Estoy seguro —lo tranquilizó Zayn poniendo una mano sobre el hombro de Louis—. Nunca he visto una pareja que se quiera tanto como vosotros. Recuerdo cuando llevabais saliendo solo una semana y le partiste la nariz a aquel idiota que le puso la zancadilla a Harry por el pasillo…

Louis puso los ojos en blanco.

—Qué romántico por mi parte…

—Sí que lo fue —dijo Zayn con vehemencia—. Porque a ti siempre te daba igual lo que dijeran sobre ti, pero en el momento en que alguien se metía con Harry salías inmediatamente a defenderlo. Y si eso no es amor, entonces no sé lo que es.

El rostro de Louis se relajó en una sonrisa cariñosa por primera vez en aquella mañana.

—Le quiero mucho, Zayn —musitó Louis, y por algún motivo los ojos le escocieron al decir esas palabras.

Maldita boda, le estaba volviendo un sentimentaloide…

—No te pongas a llorar ya. Por favor —dijo Zayn alarmado.

—No voy a llorar.

—Mejor, porque creo que Harry me mataría.

—Mi futuro esposo no es un asesino —rio Louis sorbiéndose la nariz.

Todavía recordaba la cara de absoluta felicidad que había puesto Harry cuando Louis se había arrodillado ante él y había sacado el anillo. Louis le había llevado a cenar al restaurante favorito de Harry, un italiano con una preciosa terraza llena de flores. Después, habían caminado hasta un parque cercano y Louis había hecho que Harry se sentara en la hierba pese a las quejas de este por su pantalón nuevo.