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Llegue a Milán por la tarde.
Estuve la mayor parte del vuelo durmiendo, necesitaba descansar después de un día y una noche tan larga.

Carlos no había salido de mi mente en todo el trayecto, ese rencuentro,había echo que algo en mi despertara. Se sentía raro, pero era algo q me gustaba.

...

Nadie me fue a recogerme al aeropuerto, no conocía a mucha gente aquí para que me recogieran y el único amigo que tenía no estaba en la ciudad.

Cogí un taxi y le pedí al conductor que me llevara a mi apartamento.

Llegué,dejé la maleta en la entrada y me dirigí a mi cuarto a dormir, el cansancio y el jet lag me estaban matando.
Me desperté dos o tres horas más tarde, sinceramente no era consciente del tiempo en ese momento.
Mi barriga rugía, así que fui a la cocina para ver si había algo para matar el hambre,seguía sin saber qué hora era por lo que no sabía que comida era la más adecuada a la hora.
Llegue a la cocina y mire la hora en el reloj de pared que tenía como decoración, las 11:30 pm.
Abrí el frigorífico y lo único que encontré fueron unos huevos, dos zumos de naranja y un recipiente con comida que no quise abrir y directamente tiré a la basura.

Al estar constantemente viajando no comía en casa y no hacia la compra porque sabía que la comida se pondría mala.

La única opción que paso por mi mente fue ir a casa de mi amigo que también era mi vecino de enfrente.

Cogí la llave que mi vecino me había dado para emergencias; tenia hambre, para mi esto era una emergencia.

No sabía si había vuelto de su viaje y ni siquiera le mande un mensaje para saber si estaba en casa.
Abrí la puerta y me giré para cerrarla lentamente.

-Pedritoo- dije en un susurro llamando a mi amigo por su apodo. - estás en casa.-Nadie respondió.

Yo silenciosamente me dirigí a su cocina, su apartamento era mucho más grande que el mío, su cocina era abierta y conectaba un poco con su salón.

Abrí el frigorífico lentamente y lo inspeccioné. A mi amigo le gustaba cuidarse o por lo menos por su trabajo debía; por lo que en el frigorífico no había nada de comida basura, algo que me decepcionó.

Mis ojos se dirigieron a unos boles, que según la etiqueta era yogur con granola frambuesas y muchas más cosas como proteínas.
Sinceramente era lo único apetecible que tenía en la nevera, lo cogí, cerré la puerta del frigorífico y me giré para coger una cuchara pero, no veía dónde estaban, no había encendido la luz, me había puesto en modo incógnito y no me acorde de encenderla.

Encendí la luz y me puse a buscar por los cajones las cucharas, nunca en mi vida había abierto tantos cajones, pues en ninguno había cucharas.
Estaba dándole la espalda al salón buscando algo con que comerme mi yogur cuando...

-Emma?! que haces aquí a las 12 de la noche- reconocí la dormida voz, Pedrito.

me giré lentamente-Holaaa Pedrito- sonreí como una niña chica-quieres-le enseñe el bol de yogur.

-No, gracias-se frotó los ojos-por favor dime que es la primera vez que entras a mi casa a robar comida
-Si, es la primera,- mentira, lo hacía cada vez que no tenia comida y el no estaba en casa así que prácticamente todas las semanas- no tenia nada de comer y lo necesitaba.
-Vale pero que sea la última- asentí, el se acercó a mi-Hola- me saludo dándome un beso en la coronilla.
-hola, que haces aquí?-lo mire a los ojos.- no te ibas a quedar más tiempo.
-No, ha sido un finde semana duro y quería volver a casa.
-Como quedaste.
-No termine
-Oh no, lo siento Pierre.

Mi amigo era piloto de fórmula 1, no sé mucho del deporte, solo lo que Pierre ha intentado explicarme.
Nos conocimos justamente el día que me mude a Milán, al principio por su parte quería algo más que amigos, puede que ocurriera algo, pero ahora somos mejores amigos.

-no pasa nada. Y tú dónde has estado?
-En Miami. -sus ojos se abrieron
-Emma, tenemos que hablar más-no entendía nada
-Que, por que dices eso?-el soltó una ronca y sensual carcajada.
-Acabo de llegar de correr en Miami, hemos estado en la misma ciudad y ni si quiera nos hemos enterado.
-Tú no me dijiste nada, y eso que te pregunte-lo señalé con la cuchara que había encontrado.
-Tú-me señaló con su dedo- tampoco me contaste tus planes.
-Si si-dije pasando por su lado y me senté en el sofá, el vino detrás mía y se tumbó apoyando su cabeza en mis piernas.
suspiró-Te he echado de menos.-soltó
-y yo-le acaricie la frente.

Yo me termine el yogur mientras hablábamos de cómo había sido nuestro fin de semana. El me contó cosas de la carrera y yo de lo que había estado haciendo, pero no le comenté nada de Carlos, el no sabía quien era y que me gustó de pequeña; tampoco me apetecía contarlo.

-Sabes que- me dijo incorporándose en el sofá.
-Que.
-La siguiente carrera es en España,me quieres acompañar-se quedo callado esperando mi respuesta

repase mentalmente mi agenda,no tenia nada planeado para ese finde, por lo q me venía perfecto, lo acompañaría a la carrera y así también pasar unos días en Madrid con mis padres y mi hermano.

-Claro, pero ya q voy me gustaría pasarme unos días a visitar a mis padres-comente los planes que acababa de hacer en mi cabeza.
-Perfecto, yo el miércoles debería estar ya en Barcelona, si quieres tú vas a Madrid y luego el viernes por la mañana ir a Barcelona.
-Me parece bien-me levante del sofá para irme a mi casa a seguir durmiendo- adiós, te dejo descansar-me acerque para darle un beso en la mejilla.
-adiós-me devolvió el beso-duerme bien emmita-ese era el apodo que el me había puesto a mi.

Salí de su apartamento cerrando la puerta detrás de mi.Llegue a mi cuarto y me volví a tumbar en mi cama quedándome dormida enseguida, mi cuerpo no había descansado todavía.

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Holiiii,

siento mucho no haber actualizado antes he estado demasiado ocupada.

espero que os guste el capítulo, dentro de poco habrá otro lo prometo.

darle mucho amor.

Besissss 😚

Quien lo diría - Carlos Sainz Jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora