Capítulo 5 - ¿Qué sucedió anoche?

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Narrado por el punto de vista de Missa.

No entendía lo que sucedía, cuando Phillip me conocio junto a Mafer, pense que solo era cuestión de tal vez timidez al hablar con nosotros. Comprendía que Phillip a pesar de ser un creador de contenido muy bueno, admiraba mi trabajo, después de todo, admiramos mutuamente el trabajo de cada uno, pero, no pense que él...tendría sentimientos hacía a mi de esa manera, ahora explica el por qué siempre se comportaba de esa forma, sus comentarios sobre mi relación y su plática en llamada sobre mi.

-Qué- Era lo unico que podía pronunciar, siempre he dicho que sean sinceros conmigo, pero de esa manera, ¿que le digo?

-Idiota, odio que te besé, te observe, te toque, lo peor de todo es que no puedo hacer nada, solo observo. ¡No tiene ese permiso, ni ella ni otra persona! ¿no lo entiendes? me molesta- Quedé con los ojos más abiertos que antes ¿Por qué esta diciendo eso? estoy demasiado rojo, que vergüenza.

-¿Nadie tiene permiso?- ¿Acabo de decir eso? ¿por qué motivo?

-Bueno...- Sería muy buena idea rechazalo, pedir perdón y nos vamos a dormir, eso es todo lo que haras.

-¿Entonces si hay?- Al alzar mi vista para conectar con los ojos de Phillip, todo mi cuerpo se tenso, no podía mover ni un dedo para que se quitara de encima, me estaba hipnotizando. ¿Qué iba a hacer? ni siquiera estaba relacionado con lo planeé hace unos segundos en mi mente.

-No lo sé...¿yo?- ahora sí, todo se fue a la mierda, como llegamos a este punto.

-F...Felipe, estamos tomados los dos, mañana platicaremos, tal vez sea todo una mareada que te diste y ya esta- Es la unica respuesta que le doy a esta declaración tan repentina.

-¡Qué!- Ahogué un grito por él peso que senti en mis piernas, al parecer era él, otra vez. Aplasto mis mejillas para que volteara a verlo, no podía describir el semblante de Felipe, estaba con sus mejillas rosadas por el exceso de alcohol en su sangre, juraba que se estaba mordiendo la lengua por dentro y al parecer sus ojos...¿ya no podían contener las lagrimas?.

-Te llevare a dormir, ya bajate- Intente hacerlo aún lado pero me resulto inutil, es más pesado que yo, incluso se aferro a mi camisa para que no lo echará.

-¿Me das un beso?- Su voz salía como un susurro -¿Cómo?- ¿es enserio lo que me acaba de decir? no pude negarme cuando sus labios ya estaban chocando con los mios.

Narrado en tercera persona.

El sabor amargo de la cerveza renacería otra vez, se haría paso a la boca de aquel chico que estaba aún estupefacto con las acciónes que cometia él castaño, muchas preguntas estaban esperando a ser respondidas en su cabeza, pero ninguna fue resuelta. Volvio a la realidad cuando sintió la lengua de los ojos marrones más profunda en su boca.

-¡Aguanta! vas a ahogarme ¿tanto lo nesesitabas?- La separación fue momentánea, ambos estaban perdidos en el extasis de la situación por solo un beso, ya no es justificable el hecho de beber cantidades elevadas de alcohol.
No pudo responder Felipe por el agarre tan firme que sintio en su cintura, acercandolo delicadamente para ponerlo sentado en su pelvis, era tan irreal lo que estaba sucediendo para el mayor, juraba que estaba hace dos segundos regañando al menor por comprar un pato del tamaño de la casa, ¿en que momento paso?

-Mhg...espera- no tardo en atacar el cuello del castaño, mordiendo y succionando toda parte de su piel, se escuchaba los vulgares chasquidos intentando marcar más de lo que debería, era delicioso como se derretia Felipe ante tanto afecto, pareciera poco para los demas, pero para él, estaba en el cielo.

-Missa...- leves quejidos estaban empezando a unmentar hasta convertirse en pequeños gemidos, eran adorables.

-quiero quitarme los pantalones...- estaba decidido en hacerlo, sentia calor en su miembro, quería tocarse enfrente de Missael, cuanto le excitaba más la idea de acariciarse mientras el menor lo miraba con ojos de lujuría. No tardo ni un minuto en quitarselos, quedando en boxers con la erección más marcada que la de un puto caballo.

-uh...- era lo unico que podía pronunciar él pelinegro, justamente como lo describía Felipe, con la asombrosa vista que tenia no podia pedir más, simplemente era asombrosa.

-¡Ah! ¿qué haces?- el mirar hacía abajo lo hizo sentir escalofrios, una mano intrusa del menor dio un fuerte apretón en su miembro, eso fue lo suficiente para hacerlo gemir en alto. Como ahora frotaba su mano ante la tela del boxer con rápidez para que pudiera escuchar los cariñosos gemidos producidos por el castaño, que solo podía enterrar sus uñas en los hombros del pelinegro pidiendo por más.

-No te detengas...- su voz era tenue, su compañero masajeaba con maestria la parte de su glande, que ya manchaba el boxer por las pequeñas gotas de semen, solo quería correrse y asi paso, fueron segundos cuando sintio una fuerte corriente por todo su cuerpo y se derramo a chorros por toda su entrepierna

-¿Te gusto que hiciera eso? eres un cabrón, aprovechandote de mi en estas condiciones- incluso en la situación en la que esta hace bromas.

Eran risas, pareciera que lo sucedido hace poco lo hayan olvidado sin más, pero no es asi, simplemente quieren quitar de sus mentes que solo fue una ilusión. Con el pasar del tiempo, sus ojos ya se notaban agotados, sus cuerpos nesesitaban dormir, ya mañana arreglarián el gran problema en el que se metieron, aún no estan consientes de sus actos...sera entretenido ver esto a la mañana siguiente.

Continuara...

¿Qué yo?...QUÉ - ||Mrphissa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora