Cabalgaba tan rápido que apenas tocaba la silla de la montura, llevaba tiempo buscando una solución a sus problemas. Cuando un señor de edad avanzada llegó al palacio con la noticia de una chica encerrada en una torre, no tardó ni dos segundos en pedir el mejor caballo para adentrarse al bosque, aún cuando le dijeron que todo podía ser una trampa. Todos en el reino sabían lo desesperado que estaba el príncipe por volverse un caballero, salvar a una dama en peligro para después casarse y poder ser rey. Al parecer la muchacha estaba en una torre, sin puertas y solo tenía una pequeña ventana. Esta estaba cubierta por hiedra y las enredaderas cubrían todo lo largo y ancho de ella. Había escuchado la historia mil veces, casi se la sabia de memoria, una chica inocente había sido secuestrada y encerrada en una torre apartada de todos, tenía el cabello tan largo que excedía la altura de la delicada chica y esperaba ser rescatada por un caballero.
Quiso subir por la enredadera, pero resbaló golpeando su rodilla, buscó una puerta, pero no logró encontrar nada. La decisión más simple fue también la menos caballerosa. Comenzó a gritar.– ¡Oh bella dama! Por favor dime ¿cómo puedo ayudarte?
No recibió respuesta alguna así que comenzó a lanzar pequeñas piedras a la ventana, esperaba que con su mala puntería alguna consiguiera darle a la ventana. Lo que definitivamente no consideró es que alguna golpeara a la chica castaña que se asomó por el marco.
–¿Buscas ayudar golpeando a la gente?
Tenía un tono de disgusto, el cabello muy corto de un color castaño y aunque estaban a una distancia considerablemente lejos podía distinguir que la chica llevaba días sin darse un baño.
–He venido a rescatarte.
Contestó el príncipe ignorando la pregunta anterior.
– No necesito que nadie me rescate por si no lo has notado no he pedido ayuda.
La castaña gritó desde su lugar con los brazos cruzados, mientras comenzaba a notarse un moretón en su frente.
El príncipe no se rindió y grito de nuevo.– Estás en una torre apartada de todos, es obvio que necesitas que alguien te rescate.
La chica enojada tomo aire antes de contestar.
–Me encuentro aquí porque no quiero estar rodeada de gente, las personas siempre están molestando y no me permiten leer. Estoy en esta torre para no escuchar los ruidos de todo el pueblo.El futuro caballero no encontraba lógica en su argumento ¿Por qué alguien se apartaría del mundo solo para leer?
–Déjame rescatarte, nos casaremos e iremos juntos al reino y ahí celebraremos para conmemorar mi ascenso a caballero y rey.
- ¡He dicho que no quiero ser rescatada, tampoco quiero casarme, no eres más que un loco gritando a la ventana de una chica!El príncipe confundido y asombrado al fin pudo hablar de nuevo con un tono menos seguro.
–Entonces ¿no quieres salir de aquí?
– ¡No!
Gritó la muchacha antes de cerrar la ventana para no volver a verlo.
Durante su camino menos animado de regreso al reino consiguió trazar una nueva historia.
"Fuí al bosque, encontré la torre y peleé con las personas que tenían secuestrada a una bella dama, tal vez una princesa. Los maté con mi espada y salimos de la torre, por desgracia en el bosque nos rodearon, lanzaron sus flechas y una consiguió atravesar su corazón. Sus últimas palabras fueron para darme las gracias por permitirle ver el sol de nuevo. Por supuesto, maté a todos los bandidos, la tumba de la muchacha se encuentra en lo profundo del bosque por si alguien quisiera ir a comprobarlo."
Pero nadie puso en duda su palabra, pues su espada tenía sangre. A la semana siguiente se celebraba una boda con un reino vecino, y el ascenso a caballero y rey del salvador de la princesa perdida. Mientras en el bosque una chica sentada cerca de una vela leía atentamente las páginas de un libro gastado.
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Cuentos y peripecias
Random"Cuentos y peripecias a través de la imaginación de una estudiante que ama las letras y le gusta la filosofía" Son algunos de los cuentos que escribí mientras estudiaba en la universidad. Hay de toda clase y gusto, desde personajes de la Historia, a...